BUENOS AIRES (ANP).- La peor decisión que podría tomar Estados Unidos sería invadir Venezuela para derrocar al presidente, Nicolás Maduro, al que acusa de ser un “narcoterrorista” y un fugitivo de la justicia norteamericana.

Nadie puede olvidar la funesta historia de intervenciones estadounidenses del siglo pasado que incluyó a la Argentina, Chile, Cuba, Guyana, República Dominicana y en Panamá, donde fue capturado el general Antonio Noriega en 1989, para ser luego juzgado y condenado en Washington a 40 años de prisión por tráfico de drogas.

La crisis entre Caracas y Washington se incrementó a principios de septiembre cuando la Casa Blanca hundió una lancha que había salido de Venezuela con once supuestos narcotraficantes del Cartel de los Soles, en una operación militar que dejó muchas dudas por su magnitud.

Previamente, a fines de agosto, Estados Unidos movilizó más de 15 buques de guerra, cerca de decenas de aeronaves y unos 7000 efectivos en aguas al sur del Caribe. También mandó una decena de aviones F-35 a Puerto Rico, como parte de un operativo antidrogas contra Venezuela, cuyas reservas petroleras son las más grandes del mundo.

Brasil reforzó sus fronteras ante el despliegue naval de Washington. Pero la medida del gobierno de Donald Trump fue apoyada por Argentina, Paraguay, Ecuador, Guyana y Trinidad y Tobago.
No obstante, el presidente venezolano negó cualquier tipo de vinculación con el narcotráfico y, en cambio, sostuvo que Washington solo busca petróleo y no drogas en Venezuela.

¿Es Maduro un presidente constitucional? Según la oposición que lidera María Corina Machado y el ex candidato presidencial Edmundo González nunca el gobierno presentó las actas definitivas de las elecciones del 28 de julio de 2024, en las que el actual líder bolivariano se proclamó ganador.

Los comicios tampoco fueron avalados por la Organización de Estados Americanos (OEA) ni por el prestigioso Centro Carter, entre otros observadores internacionales.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva (foto), hasta entonces un aliado de su par venezolano, no reconoció la victoria de ninguno de los dos y pidió la convocatoria a nuevas elecciones.

Desde Caracas, el periodista venezolano Nicmar Evans dijo a la agencia Nuevas Palabras que “se vaya a quedar o no (Maduro), lo que tiene que hacer el gobierno es liberar a todos los presos civiles y militares, y lanzar una amnistía general; seguro que caería muy bien” entre los venezolanos.

Evans, que conduce el programa PDCRadio, dijo que existen varias opciones en la situación actual venezolana, entre ellas que el mandatario permanezca en el poder para regentear un sistema totalitario. “O que se instale un gobierno de ´unidad nacional´, que convoque a nuevas elecciones, y el dictador se retire del poder. O que se quede a morir ´con las botas puestas´”, afirmó.

El politólogo también aseguró que el presidente Trump, con el despliegue naval en Venezuela, busca consolidar el escenario interno de su gobierno republicano, con miras a las elecciones de medio término que se realizaran en noviembre de 2026.

“Tiene la popularidad caída, no es grave, pero es una realidad. Busca robustecer un proyecto autoritario, para posicionarse en el poder y dejar un heredero político”, opinó el analista.

Según la revista británica The Economist, que cita una encuesta de la empresa internacional de datos You Gov, la gestión del magnate es aprobada por el 41% de los norteamericanos, mientras que el 55% la desaprueba y el 0,4% no está seguro de su opinión.

Evans, fundador del Movimiento por la Democracia y la Inclusión, dijo que “ellos (los estadounidenses) encontraron un filón con el tema del narcotráfico”, para acosar a Venezuela.

Sin embargo, el politólogo señaló que la posibilidad de una invasión “es absoluta y completamente descartable”, debido a que el actual contexto internacional no se presta para este tipo de acciones militares.

“El pueblo venezolano está dispuesto a salir a la calle para pedirle que se retire, o para deponer incluso a Maduro, siempre y cuando sienta que va a valer la pena. El que no perciba esto no está en Venezuela”, afirmó.

En declaraciones a la cadena Fox News, el secretario de Defensa norteamericano, Pete Hegseth, justificó el despliegue de naves en el Caribe y dijo que el líder bolivariano está involucrado en el tráfico de drogas. Por eso la Casa Blanca ofreció una recompensa de US$ 50 millones de dólares por cualquier dato que facilite su captura.

De todos modos, la actitud de los Estados Unidos en el Caribe constituye una situación contradictoria para el resto de América Latina, ya que no se trata de defender o no al líder venezolano, sino de ver la historia nefasta de Estados Unidos en el continente.

Lo cierto es que muchos de los que hoy se oponen a una intervención militar, si vivieran en Caracas, embrutecidos por la propaganda chavista, seguramente estarían presos en la cárcel del Helicoide, donde son alojados los presos políticos por reclamar prensa libre, independencia de poderes y democracia, entre otras demandas sociales.

Por NP