Buenos Aires, may 27 (ANP)- El economista Diego Martínez Burzaco relativizó la efectividad de las medidas oficiales con el propósito de atenuar la demanda de dólares y un salto en su cotización, al sostener que si se desincentiva el ahorro en pesos con tasas de interés negativas y la gente sigue convencida de que la moneda doméstica no es confiable, “los argentinos van a seguir buscando al dólar de una u otra manera”.
Martínez Burzaco consideró “algo efímero” la baja en la cotización de los últimos días en el dólar Contado con liquidación, luego de la entrada en vigencia de la resolución general 841 de la Comisión Nacional de Valores (CNV) que estableció un “parking” de 5 días hábiles para concretar la operatoria.
“Es una restricción a la compra de dólares a través de la bolsa, ya sea el MEP o el CCL. A priori son dólares que no tenían ninguna influencia en las arcas del Banco Central porque es una operación entre privados y por lo tanto no va a tener un efecto de mediano plazo en evitar la demanda de dólares”, sintetizó en declaraciones al programa Precisiones por AM1220 Ecomedios.
Al respecto, sostuvo que esa “no es la forma de accionar” y que es “lógico” que más allá de la baja en el CCL el mercado informal o “blue” se mantenga estable o en alza, ya que “si hay gente que quiere dolarizarse y aparecen trabas en el mercado de capitales, ese dinero irá a buscar a los dólares donde los vendan”.
Esa tendencia, continuó, se realizará aun con cotizaciones que “parecerían elevadas” pero esos precios, agregó, son “producto de toda la incertidumbre que hay en el escenario económico y financiero en la Argentina”.
En ese sentido, admitió que “hoy por hoy un dólar a $120 ó $130 no es el valor de equilibrio, considerando todas las variables económicas” y que si se levantaran las restricciones en el mercado único y libre de cambios “veríamos una convergencia em la que seguramente subiría el dólar oficial y los dólares libres de la Bolsa y el blue tenderían a bajar”.
Martínez Burzaco explicó el crecimiento de la brecha cambiaria en que “la economía se paralizó por completo y todo el gasto público se financió con emisión”.
“Uno hace las cuentas a futuro, a dónde van a ir todos esos pesos si en algún momento se vuelve a la normalidad, compara las reservas internacionales del Banco Central y ahí hace sus cálculos”, reflexionó.
El economista reconoció que la actual situación es “delicada” pero al mismo tiempo cuestionó “este tipo de regulaciones, que lo que hacen es postergar la solución del problema para más adelante, porque no desincentiva la demanda de dólares sino que ralentiza las cotizaciones”.
Al respecto, advirtió que más allá de las medidas que se tomen desde los diferentes organismos para bloquear el acceso al dólar, “si los argentinos sienten que el peso no es una moneda confiable van a seguir buscando al dólar de alguna u otra manera”.
Por otra parte, señaló que “cuanto más grande es la brecha entre los dólares libres o informal y el oficial, se generan muchas distorsiones para la economía y la balanza comercial”, ya que como se descuenta que habrá en algún momento una devaluación, “lo que se consigue es que los exportadores no quieran vender, porque van a esperar hasta tener un tipo de cambio más favorable”.
“Y por el lado de los importadores se genera una demanda mucho más grande, justamente porque todos esperan que el dólar sea más alto en los próximos meses. Este escenario lo que hace es complicar aún más las reservas internacionales del Banco Central”, planteó.
Asimismo, indicó que esas inconsistencias llevan a una “paradoja”, en la medida que, a pesar de los esfuerzos oficiales, la gente se sigue prefiriendo el ahorro en dólares que en pesos.
“Si el gobierno estuviera estimulando el ahorro en pesos, debería fomentar tasas de interés más altas, que le ganen por algo a la inflación o por lo menos que le empaten. Eso no está ocurriendo”, manifestó.
Martínez Burzaco explicó la política de tasas bajas en que desde el Gobierno “quieren forzar que mucho de ese potencial ahorro vaya a consumo” y “el crédito a las empresas esté de alguna manera subsidiado”.
Sin embargo, en la actual situación de pandemia por l coronavirus, “lógicamente la gran mayoría de las pymes hoy están luchando por sobrevivir e imagino que muy pocas están pensando en tomar créditos para aumentar la capacidad productiva”, indicó.
“Si uno no fomenta el ahorro en moneda doméstica, después no puede culpar a los agentes económicos porque ese ahorro no se canaliza en el peso y se termina yendo al dólar. Es un equilibrio muy difícil, pero hay un desincentivo muy grande a tener pesos y ahorrar en pesos”, finalizó.