La primera semana de septiembre mostró una aceleración en los precios de los alimentos, quebrando la breve tendencia de atenuación que hubo en la segunda mitad de agosto, con lo que la inflación acumulada en los últimos treinta días trepó al 6,8%, de acuerdo con las mediciones de la consultora LCG.
«En la primera semana de septiembre la suba de precios de los alimentos promedió 2,66%, acelerándose 0,84 punto porcentual respecto de la semana anterior», indicó la entidad dirigida por Guido Lorenzo.
Al respecto, señaló que «el índice de alimentos y bebidas presentó una inflación mensual de 6,8% promedio en las últimas 4 semanas y 8,3$ punta a punta en el mismo período».
En la variación semanal, el rubro que encabezó las alzas fue el de Productos de panificación, cereales y pastas, con un 5,1% más que en la semana previa, seguido por Comidas listas para llevar (3,9%), Carnes (3,7%) y Verduras (3,5%).
Por su parte, la variación mensual estuvo liderada por Verduras (13%), ubicándose luego Productos lácteos y huevos (11,8%), Azúcar, miel, dulces y cacao (9,7%) y Productos de panificación, cereales y pastas (7,1%), todos por encima del promedio general.
Si bien los guarismos de agosto se mantuvieron en niveles elevados, el 6,3% final del mes mostró por un lado un mejor desempeño que el alza de julio (la mayor de las últimas dos décadas) y una desaceleración en la segunda quincena.
Sin embargo, el inicio de septiembre es una señal de preocupación, si se le agrega las subas que se aplicarán en el resto del mes en las tarifas de electricidad, gas y agua, con su impacto tanto en las facturas de los usuarios residenciales como en las expensas comunes de los edificios.
Esos aumentos volverán a producirse -con mayor porcentaje aún- en noviembre, pero antes habrá que estar atento en octubre a las alzas en la medicina prepaga y, en menor medida, el transporte en subte.