La figura de José de San Martín volverá a la brevedad a integrarse al listado de billetes en circulación en la Argentina, como testigo involuntario de una depreciación de los -hasta ahora- cinco signos monetarios en 141 años.

Con una presencia que, a pesar de la creencia popular, no fue permanente y tuvo nada menos que 43 años consecutivos de ausencia, San Martín pasará a estar entonces en el anverso de 41 billetes en más de un siglo y medio.

El primer billete del que se tiene noticias con la imagen de San Martín data de 1866, dieciséis años después de su fallecimiento y quince antes de que comenzara la unificación monetaria.

Se trató de un billete de 1 peso con respaldo de plata boliviana, emitido por el Banco de Londres y Río de la Plata, aunque estuviera en Rosario, a orillas del Paraná.

También de 1866 y emitido por el mismo banco data un extraño billete de 8 pesos fuertes, una rareza que no fue repetida en la numismática nacional.

En 1869, el Banco de la Provincia de Buenos Aires imprimió su primer billete con San Martín, por un valor de 500 pesos fuertes y la cuarta aparición del Padre de la Patria en los billetes ya fue en los pesos moneda nacional, el primero de los signos monetarios de curso legal en todo el territorio argentino. Fue en 1883, dos años después de la creación de la unidad monetaria que regiría por 88 años.

Como para que quede en claro que los duetos no son una novedad, en esa nota de 500 pesos oro San Martín compartió el anverso con otro asiduo protagonista de la numismática local, como Manuel Belgrano. Lo hizo en dos versiones: en una había en el reverso una alegoría de una mujer con la bandera argentina y en el otro un gaucho con caballos.

El primer billete de pesos moneda nacional con San Martín solo, sin compartir cartel con otro prócer, correspondió al Banco Nacional, fue contemporáneo al anterior y al igual que este era de 500 pesos oro. También tuvo dos versiones con distintos reversos. En un lo ilustraba una mujer y en el otro un explorador con aborígenes, una opción políticamente inapropiada a los ojos del siglo XXI.

A partir de 1888, a través de la ley de bancos nacionales garantidos se autorizó la emisión de pesos m/n a la entidad financiera que realizara un depósito en oro en el Tesoro Nacional. Allí estuvo San Martín en el anverso del billete de 1.000 pesos.

En 1899 comenzó un impasse de 43 años en los que San Martín y todos los otros próceres dejaron de figurar en los billetes, ya que hasta 1935 todos los billetes, desde el de 50 centavos hasta el de 1.000 pesos, contaron en su anverso con la denominada “efigie del Progreso”.

Ningún presidente de ese extenso período creyó que fuera necesaria la inclusión de próceres; eso sí, el valor de la moneda no se depreciaba, al menos en los niveles a los que hubo que acostumbrarse en años posteriores.

En 1942 San Martín regresa a los billetes para continuar de manera ininterrumpida hasta el 29 de febrero de 2020, cuando se resolvió discontinuar la circulación de los de cinco pesos.

No sólo retornó sino que durante 27 años su presencia monopolizó los anversos de todas las denominaciones del peso moneda nacional. Tanto el de 5 pesos, que el ingenio popular pasó a llamar “cocinero” (“cocin” es cinco “al vesre”), como la “fragata” de 1.000

En la conmemoración del centenario de su fallecimiento, en 1950 se acuñaron monedas de 5, 10, 20 y 50 centavos, primero de una aleación de cobre y níquel y luego de acero revestido con níquel. Los homenajes se reiteraron con otras monedas conmemorativas en 1978, por el bicentenario de su nacimiento, y en 2000, en el sesquicentenario de su deceso.

San Martín tuvo que esperar hasta 1971 para su regreso a un billete de 100 pesos ley, aunque las denominaciones vigentes hasta el año anterior siguieron en circulación. En 1970, los tres billetes nuevos de 1, 5 y 10 pesos contaban con la cara de Belgrano.

Entre 1971 y 1981 se imprimieron pesos ley con la cara de San Martín de diez denominaciones diferentes: 50, 100, 500, 1.000, 5.000, 10.000, 50.000, 100.000, 500.000 y 1.000.000, el máximo valor nominal que haya existido en la historia argentina y el único que alcanzó las siete cifras.

El 1 de junio de 1983 nació el tercer signo monetario, el peso argentino, con cuatro ceros menos que el peso ley y seis menos que el ya archivado moneda nacional. De ese breve peso argentino hubo siete ejemplares de pesos argentinos con la imagen de San Martín, los de 1, 5, 10, 50, 100, 500 y 1.000.

Ya en 1985,San Martín arrancó con el billete de 1 austral (el cuarto signo monetario) pero la inflación se hizo cargo del resto con las denominaciones de 10.000, 50.000 y 500.000 australes.

Con trece ceros menos que el peso moneda nacional, el 1° de enero de 1992 se inició la historia del peso, primero convertible y luego peso a secas. A San Martín le correspondió el de cinco pesos, con dos reversos diferentes: el original con el Cerro de la Gloria y otro con San Martín junto a José Artigas, Simón Bolívar y Bernardo de O’Higgins, en este caso con un rostro levemente modificado de San Martín en el anverso.

Tras una breve ausencia de poco más de dos años, el Libertador vuelve a figurar por cuadragésima primera oportunidad en el anverso de un billete argentino, esta vez en uno de mil pesos. ¿Hasta cuándo circulará?

 

Por NP