Buenos Aires, jun 23 (ANP) – La continua rotura de silobolsas alarma a la producción agropecuaria: esta vez se produjo en San Jerónimo Sur, en Santa Fe, y también en Gualeguaychú, situación que atenta en este caso con la situación económica y laboral de pymes agropecuarias.
Desde hace meses, a razón de varios casos semanalmente, se produce la noticia de una nueva rotura de silobolsa, principalmente en casos de pequeños y medianos agricultores, que ven en este tipo de depósitos a cielo abierto la posibilidad de contar con tenencias efectivas para poder afrontar, cuando lo necesiten, el pago de compromisos o deudas.
Este es el caso Roberto Rufer Totti, un productor de la zona santafesina de San Jerónimo Sur, allí a pocos metros de la ruta 9, no solo le cortaron su silobolsa que contenía cerca de 100 toneladas de porotos de soja sino que también le echaron un funguisida para curar las semillas, esto hace que el grano no puede ser comercializado ni utilizado para alimento animal.
«Yo soy un productor de 30 hectáreas propias -aseguró Rufer Totti, en diálogo con ANP-, y que también alquilo otras 150 hectáreas para cultivar. Perdí toda la semilla, ya que tras cortar el plástico echaron un cura-semilla. Así se perdieron 100 toneladas, ahora estoy viendo con técnicos si se le puede dar algún uso».
Frente al perjuicio que esto le genera, el agricultor de San Jerónimo Sur explicó que «esto lo tenía para pagar alquileres y lo iba vendiendo a medida que lo necesitaba. Ahora me tengo que sentar en la mesa, y sino lo puedo vender, se con claridad que quedo fuera del sistema, ya el año pasado tuve un gran problema con dos camiones» que no se pudieron comercializar.
Días atrás, también en Gualeguaychú, Entre Ríos, se registró el corte de un silobolsa que contenía 200 toneladas de granos de una pyme agrícola de la zona.
Según Mariano Moreno, empleado de la firma, «la rotura fue el jueves por la madrugada, luego llovió y con el suelo mojado, se perdió entre el 20 y el 30% de esta producción. Como los caminos estaban intransitables, tuvimos que dejarla en la zona».
«Es la primera vez que nos ocurre, aunque en la zona cada quince días suceden este tipo de hechos. No somos una multinacional y esto perjudica a las pymes del agro, que en nuestro caso contrata a 18 personas. Todo esto complica, como el clima, el aumento de las retenciones, el tipo de cambio, y el gobierno en contra. Además la sociedad nos señala con el dedo», explicó.
Moreno aseguró que esto puede resentir la continuidad laboral en la zona: «esto a futuro desalienta la inversión en el campo: así en un par de meses puede que nos encontremos con cuatro compañeros menos en el trabajo».