Buenos Aires – (ANP) – El equipo económico trata de ponerse al día con el FMI comprando todas las reservas que no pudo durante los primeros meses del año, y en fuera de temporada, con una eliminación temporaria de retenciones a las exportaciones que tendrá un costo total de 0,2% del PBI. El costo fiscal es relativamente bajo puede generar un impacto de confianza en los mercados que hasta ahora no se veía.

Se puede entender con una revelación que hizo hace poco en un canal de noticias el economista Miguel Kiguel, que deja expuesto el alto grado de discrecionalidad del equipo que comanda Luis Caputo en el Palacio de Hacienda. Cuenta Kiguel que apenas se firmó el acuerdo con el FMI hubo una explosión de confianza en los mercados porque los inversores se suponía que la Argentina se había comprometido a sumar reservas internacionales por unos u$s8000 millones.

Pero lo que ocurrió fue que en una reunión con 300 inversores organizada por el JP Morgan, Luis Caputo les dijo que no iba a comprar reservas, porque se sentía «comodo» con la cantidad de reservas que tenía Argentina. Es de recordar que cuando se firmó el compromiso de abril el Banco Central tenía reservas netas negativas por unos u$s7.500 millones. Tan solo Argentina había perdido u$s5000 millones entre enero y marzo. El acuerdo era básicamente que el BCRA recupere las reservas perdidas y que luego tuviera un esquema cambiario que le permitiera a la Argentina sumar dólares.

Según un reciente informe del Centro de Estudios del Banco Provincia la mayor parte de los países de América latina tiene un riesgo país de unos 400 puntos, y en la mayoría de los casos estos países tienen reservas equivalentes a un 20% de PBI. Es decir, que la relación entre reservas y apertura de mercados voluntarios parece ser importante.

Para el equipo de Caputo esto nunca fue así.  Ha procurado casi desde el inicio de la gestión volver a emitir tan solo mostrando un fuerte superávit fiscal. La idea este año era volver en el primer trimestre. Para ello en diciembre el gobierno redujo las retenciones a la espera de que el campo volcara dólares al mercado, pero no funcionó, porque el gobierno persistía en la idea del «crawling peg» al 1% mientras que la inflación ya corría a mas del 2% mensual.

Se suponía que el acuerdo con el FMI iba a corregir esa parte del plan. El gobierno iba a devaluar e impulsar exportaciones.  Los inversores contentos. Pero eso no ocurrió. El riesgo país no bajo a 400 puntos, sino que subió a 1400. Y Caputo tuvo que anunciar que estaba buscando dólares para pagar los vencimientos de enero y julio de 2026 .  El back up es el préstamo del Tesoro de EEUU.  Pero la medida clave parece ser el anuncio de eliminación de retenciones a las exportaciones hasta sumar u$s7000 millones.

Con esos dólares se pondría en linea con el cronograma de compra de reservas acordado con el FMI luego de la revisión de julio. En vez de recomprar las reservas para el 31 de diciembre, ahora las necesita para el primer semestre del año entrante.  Se trata de una señal importante, con garantía del Tesoro de EEUU. Lo único que falta ahora es que luego de octubre Caputo arme un programa económico que evite retrasar el tipo de cambio y se preocupe en sumar reservas,, sino no servirá ni el apoyo del mismísimo Donald Trump