Buenos Aires – (ANP) – Días atrás el secretario de Desarrollo Productivo e Industria, José Ignacio de Mendiguren, tuvo que admitir que el Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) no está funcionando bien

El mecanismo destinado a brindar «certeza» a los operadores del comercio exterior está lejos de ello. Ante las quejas de los industriales, la semana pasada en la Conferencia Industrial Argentina organizada por la UIA en Parque Norte, el ministro Sergio Massa tuvo que reconocer que la cuestión de las importaciones viene empeorando, que hay empresas que están parando por falta de insumos. Y entonces, anunció que un hombre de la central fabril se iba a integrar a la mesa que conformar entre otros el titular de la Aduana, Guillermo Michel y el de Comercio, Matías Tombolini, para ahí comenzar a definir prioridades.

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Hasta el momento no hubo convocatoria. Se espera que en los próximos días este grupo de funcionarios y representantes empresarios se reúna. Pero el problema es muy importante. Hay cámaras empresarias que han distribuido entre sus socios formularios para que detallen ahí el tipo de insumo que requieren importar para presentar ante Economía, para que tenga una cierta prioridad. Pero todavía nada ha ocurrido.

Por caso, recientemente empresarios del sector textil que se reunieron en el marco de la conferencia anual de la fundación Pro Tejer, advirtieron que tienen frenado el pago de maquinas que fueron encargadas hace dos años, y que por efecto de las SIRA ahora se están paradas.

A diferencia de las SIMI que establecían un plazo de acceso al mercado de cambios para el importador, a partir del tipo de producto que iba a importar, las SIMI se focaliza en la empresa. Se busca frenarle las importaciones a toda aquella firma que no esté 100% en regla. Se mide si presentó declaraciones juradas en término, si tuvo atrasos en los pagos de impuestos, si compró dólares anteriormente, si efectuó algún reclamo judicial contra AFIP o contra el BCRA. Todo se pondera, y genera una puntuación interna y allí surge cuándo se puede comprar divisa. Pero esa fecha, depende ahora del momento en que la mercadería llega al puerto de Buenos Aires.

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Las SIRA establece plazos de pago desde el momento en que un producto es desembarcado en alguna terminal en Argentina. Es decir, desde el inicio de una operación de importación, la empresa que requiere algún insumo y lo pide a su proveedor en Asia, por ejemplo, no le puede decir cuándo le va a pagar, porque todo dependerá del momento en que ese vendedor manda el producto. Es algo impracticable en el comercio exterior. La única opción que han dejado abiertas es el pago anticipado con dólares propios. Algo que obliga a las empresas a recurrir a ahorros en moneda extranjera o ir al mercado de dólares financieros a comprar a valor de 300 y algo más .

Respecto del nuevo sistema implementado el 17 de octubre pasado, el secretario de UIA, Miguel Ángel Rodríguez, le dijo a Sergio Massa durante la Conferencia Industrial el pasado 10 de noviembre que «la realidad nos está mostrando un retraso en las aprobaciones que ya está afectando a la cadena productiva; por otro lado, cuando son autorizadas tienen una fecha de pago que no son adecuadas para el 99% de las empresas a los valores de mercado que pueden conseguir».

«Cuando nos damos vuelta para buscar financiación no encontramos a nadie atrás. Los proveedores nos dicen que el plazo de 180 días no existe. Vamos a necesitar plazos de mercado normales para poder conseguir nuestros insumos importados», agregó Rodríguez.