Buenos Aires, nov 3 (ANP).- El nivel de vida de los trabajadores tuvo una leve recuperación respecto de 2020 y 2019, antes de la irrupción de la pandemia de coronavirus, pero esa mejora tiene bases endebles y si no se realizan reformas estructurales el año que viene tendrá una caída “estrepitosa”.
Así lo pronosticó la Fundación Libertad y Progreso (LyP) en un análisis en base a datos oficiales que indican que en agosto “los trabajadores se han alejado a la línea de la pobreza en un 2,2% con respecto al mes anterior” y “un 1,8% con respecto a agosto 2020.
Una familia con ingresos en torno a los 60.000 pesos ganó 1,8% de poder de compra de la Canasta Básica Total (CBT) respecto de agosto de 2020, pero perdió 1,6% respecto a la Canasta Alimentaria (CBA), debido al mayor aumento de los alimentos de consumo popular.
“Lo que más preocupa es el nivel de indigencia que ha empeorado en el último año”, puntualizó al respecto la economista de LyP, Natalia Motyl.
Asimismo, señaló que “el nivel de vida, si tomamos la CBA, se ha corroído en dos puntos porcentuales desde que asumió Alberto Fernández. Nos encontramos en una situación tan delicada que nuestro país exige a gritos una reforma estructural que mejore la calidad de vida de los argentinos. No basta con medidas cortoplacistas para ganar las elecciones, es necesario reformas de fondo”.
El nivel de vida ha mejorado desde diciembre de 2020, en 8,1 puntos porcentuales, tomando Canasta Básica Total, pero ha empeorado en 40% desde agosto de 2013, el punto máximo alcanzado por los trabajadores en nivel de vida de la última década.
Para Motyl, hay que “llevar mesura” con respecto a los resultados positivos del Índice del Nivel de Vida de los Trabajadores en los últimos meses: “Brasil volvió a los niveles pre pandémicos en septiembre de 2020, en Chile, a finales de 2020 y en Perú, a mayo de este año. En la Argentina recién volvimos en marzo de este año a los niveles pre pandémicos”, indicó.
Por su parte, Aldo Abram, director ejecutivo de la Fundación, sostuvo que “si bien es cierto que el sueldo de los trabajadores se está alejando de la línea de pobreza desde principios de año, lo hace a fuerza de algunas medidas que hay que ver si son sustentables en el tiempo”.
“Una es la reapertura de las paritarias, que en un primer momento genera una ganancia del poder adquisitivo (porque el primer aumento es alto), pero después se va licuando con la inflación. La segunda medida fue el atraso cambiario que obviamente impacta sobre los precios de las góndolas (bajando el ritmo de aumento) y, por lo tanto, termina moderando artificialmente la suba de la CBT. Finalmente, el congelamiento de los servicios públicos como las tarifas. Estas medidas no son sustentables en el tiempo”.
Abram advirtió que “luego de las votaciones generales, creo que en el primer semestre del año que viene vamos a ver que toda esta ganancia de sueldos, se va a terminar perdiendo y sobre todo, hacia finales del año que viene, va a perderse la mejora de 2021”.
Asimismo, precisó que “en los primero seis meses veremos un fuerte incremento en el tipo de cambio mayorista (como pasó en 2013-14 después de las elecciones), con un acompañamiento de una fuerte alza de todos los bienes en las góndolas y, por lo tanto, de todos los que conforman la CBT. Además de un fuerte aumento de las tarifas de servicios públicos, para tratar de bajar la cantidad de subsidios, si se quiere bajar el exceso de gasto público”.
“De no realizarse reformas estructurales para revertir el rumbo que lleva la Argentina lo más probable es que el próximo año la caída sea estrepitosa”, finalizó.