Buenos Aires, mar 6 (ANP)- El nuevo esquema de retenciones para las exportaciones agrícolas incidiría negativamente en la intención de siembra por parte de los productores, con una reducción de 636.000 hectáreas, además de generar ingresos tributarios adicionales por US$ 330 millones, que por disminución en otros impuestos representaría un aporte neto de US$ 274 millones.
“Al disminuir los precios recibidos domésticos y modificar las rentabilidades relativas, los actores modifican sus planes de negocios ante los nuevos escenarios”, señaló la Bolsa de Cereales en un estudio sobre el impacto de los derechos de exportación establecidos recientemente en el decreto 320/20.
Por otra parte, en la medida que no se den a conocer los alcances de las compensaciones a los pequeños productores, las posibilidades de cobertura de rentabilidad se reducirán sustancialmente en las zonas más alejadas de los puertos, en especial en el trigo y el maíz.
El estudio dirigido por Agustín Tejeda, jefe de Estudios Económicos de la entidad, advirtió que la mayor caída en las perspectivas de área sembrada se dará en la soja, con una merma de 679.000 toneladas, en tanto habrá un incremento en el caso del maíz.
Sin embargo, se precisó que la mejora en el maíz “no deviene
de un beneficio a los productores del nuevo esquema, si no de la peor situación que enfrenta la soja, que lo hace un cultivo relativamente más atractivo”.
Asimismo, la Bolsa de Cereales apuntó que “estas modificaciones se establecen en un contexto de vulnerabilidad de la producción agropecuaria, influenciado por un escenario de precios internacionales adverso, que incorpora a factores disruptivos como la Guerra Comercial, la Fiebre Porcina Africana y la desaceleración del crecimiento económico mundial por el avance del coronavirus”.
“Los cambios recientes tendrán un costo en términos de producción, exportaciones y producto bruto”, se asevera en el análisis, en el que se indica que “la recaudación fiscal aumentaría en US$ 1.395 millones durante la campaña 2020/21 en relación con lo que se hubiese obtenido en el escenario Base”, es decir el esquema de retenciones vigente hasta la asunción del presidente Alberto Fernández.
Pero ese incremento será a costa de una reducción en el valor de exportaciones de US$ 843 millones y del valor agregado en US$ 813 millones.
Si se toma en consideración a las 6 cadenas de cultivos extensivos (soja, maíz, trigo, girasol, cebada y sorgo), el aporte fiscal será de US$ 5.936 millones en derechos de exportación, con un aumento de la recaudación total de US$ 274 millones, US$ 56 millones menos que el incremento nominal.
Esa diferencia obedece a una menor recaudación de otros impuestos (básicamente Ganancias e Ingresos Brutos) ya que la base imponible se reduce al aumentar las alícuotas de las retenciones.
Los economistas de la Bolsa de Cereales analizaron el impacto del nuevo esquema de retenciones por región y por cultivo, teniendo en cuenta los precios FOB vigentes de US$ 335 la tonelada de soja, US$ 220 en el caso del trigo y US$ 163 en el del maíz, y “un alquiler correspondiente al 20% del rendimiento histórico de soja para cada zona”.
Como resultado, “se puede evidenciar que tanto soja como trigo y maíz ven comprometida su rentabilidad a medida que nos alejamos de la zona núcleo”, pero que “el impacto de las alícuotas continúa siendo mayor en trigo y maíz, que tienen un valor por tonelada más bajo y, por lo tanto, sufren en mayor medida el peso de los costos logísticos, además de mayores costos de implantación”, destacaron.
“En gran parte de las regiones, especialmente en aquellas más alejadas de los puertos y con menor potencial de rendimiento, deberán conseguirse rendimientos relativamente altos para la zona,
para cubrir los costos y alcanzar una rentabilidad positiva”, agregaron.
Al respecto, indicaron que “apenas el 47% del área sembrada con maíz a nivel nacional tendría una probabilidad mayor a 50% de cubrir costos durante esta campaña, llegando al 49,1% y 63,5% en trigo y soja, respectivamente”, además de recordar que con el aumento de las retenciones de diciembre “la superficie de soja con relativamente alta probabilidad de cubrir costos superaba el 70%”.