BUENOS AIRES, Oct 11 (ANP) El economista Juan Carlos de Pablo aseguró hoy que “nadie está apurado por firmar un acuerdo” con el Fondo Monetario Internacional (FMI), ni desde el organismo, ni desde el Gobierno.
Las palabras de De Pablo se conocen en momentos en que el ministro de Economía, Martín Guzmán, inició las reuniones con los técnicos del FMI para renegociar la deuda de US$ 45.000 millones que Argentina le debe al organismo, y en medio de los cuestionamientos a la directora del organismo, Kristalina Georgieva, y los “tironeos” internos.
Guzmán participa en Washington de la Reunión Anual de Otoño (del hemisferio norte) del FMI y el Banco Mundial (BM), en medio de las posturas contrapuestas dentro del Gobierno acerca de un posible acuerdo.
“La verdad es que nadie está apurado para firmar este acuerdo. Desde el Gobierno argentino no tiene ningún apuro en porque sabe que no va a ver un mango fresco y además van a tener que poner por escrito que van a hacer un ajuste”, dijo De Pablo en declaraciones al programa “Lanata sin Filtro” por Radio Mitre.
Desde el lado del Fondo “no tiene ningún apuro en acordar con Argentina porque va a ser un ‘bochorno’ el papelito ese, y la señora Kristalina Georgieva, si es que salva el pellejo, va a tener que ir al directorio donde que le van a decir: ‘¿Ah si? ¿Vos le diste eso a Argentina? ¿A mi qué me das?’”, comentó.
El presidente Alberto Fernández aseguró la semana pasada que el acuerdo para refinanciar la deuda “está cerrado”, e incluso que están “en vías de solucionarse” los problemas que tiene lGeorgieva, ante las acusaciones de haber favorecido a China en un informe cuando era titular del BM.
“Nos viene bien que siga ella (Georgieva). El acuerdo está cerrado, falta que se oficialice la baja de tasa. Pero si no sale pronto, se puede manejar con una cláusula pari passu,(“en iguales condiciones”) como el tema del plazo», dijo Fernández, a El Destape.
Guzmán destacó la semana pasada el apoyo de Georgieva a la baja de la sobretasa que el FMI le cobra a los países que se excedieron en su cuota de préstamo, como el caso de Argentina, y la creación de un “Fondo de resiliencia” para las naciones más endeudadas.
El ministro presentó ante el Congreso el 15 de septiembre, tres días después de las PASO, y en medio de la crisis política del Gobierno, un proyecto de Ley de Presupuesto que contemplaba un acuerdo con el FMI para refinanciar los US$ 19.000 millones que vencen el año próximo con ese organismo
También el proyecto implica un aumento del 30% en las tarifas de los servicios públicos para reducir los subsidios que se destinan para mantenerlos en los valores actuales, como una forma de reducir el déficit fiscal.
Todo este andamiaje “implícito” fue puesto en dudas por el jefe de la bancada del Frente de Todos, Máximo Kirchner, quien advirtió que “cada dólar que se destine al pago de la deuda con el FMI es un dólar menos para el pueblo”.
“Cada dólar que se va al FMI, es un dólar menos en Salud, en Educación, en el sector privado”, expresó el diputado Máximo Kirchner también en diálogo con El Destape.
Incluso, Máximo Kirchner, cargó contra los plazos al asegurar que “quieren que paguemos en diez años una deuda del FMI sideral, que va a afectar a toda la sociedad», en coincidencia con los dichos por su madre, la vicepresidenta, Cristina Fernández, de estirar los pagos al menos a 20 años.