BUENOS AIRES (ANP).- Hasta ahora, la excelente relación que mostraron tener el presidente argentino, Javier Milei, y su igual de polémico par estadounidense, Donald Trump, se vio reflejada en fotos amistosas, declaraciones mutuas de apoyo y cartas de felicitaciones. Pero ahora empieza para el libertario el momento de salir a la cancha y comprobar si tanta cordialidad rendirá verdaderos frutos.

La primera prueba está a las puertas y tiene que ver con los aranceles del 25% al aluminio y al acero que Trump ya anunció y que, como dejó en claro públicamente, también se aplicarán a  Argentina, decisión que el estadounidense justificó en el pequeño déficit que tiene su país con el nuestro, un rojo que apenas araña los US$230 millones pero que para el republicano parece ser inaceptable.

Con este escenario, Milei viajará en los próximos días nuevamente a Estados Unidos para participar de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) que se celebrará del 19 al 22 de febrero en Washington DC.

La asistencia de Milei como orador se confirmó hace semanas, cuando el mandatario argentino llevaba en mente buscar el apoyo de Trump para cerrar un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional, además de avanzar en un acuerdo de libre comercio entre ambos países. Los aranceles al aluminio y al acero no entraban en los cálculos del gobierno, ya que Argentina estaba exenta durante la gestión de Biden.

A pesar de este nuevo ingrediente, la intención de Milei sigue siendo negociar y trabajar cerca de una de las economías más poderosas del mundo, pero no escapa a nadie que si regresa de EE.UU. sin una buena noticia al respecto, las críticas se sentirán.

A su favor, se puede decir que los aranceles para ambos rubros impactan en exportaciones por unos US$ 600 millones, una cifra importante pero no crítica para la balanza comercial del país, y que un diálogo fluido con EE.UU. aportará mucho a la Argentina.

En contra, no solo hay que mencionar que estos aranceles afectarían a firmas de primera línea y con fuertes inversiones a nivel local, como Tenaris y Aluar, sino que se leería desde la oposición como un traspié político. Y lo peor: qué clase de tratado de libre comercio se podría alcanzar con un presidente proteccionista por definición, como Trump.

Bonus track

Trump y sus aranceles no será la única preocupación con la que Milei pasará la mitad de la semana que se inicia mañana. Además de su diálogo con el presidente de EE.UU., el libertario tendrá un ojo puesto en Buenos Aires, en lo que suceda en el Congreso donde se definirá la sanción en el Senado de proyectos fuertes: la supresión de las PASO y Ficha Limpia.

El primero parece tener el camino allanado para que los senadores le den luz verde. El segundo, en cambio, no tiene un buen pronóstico, según varios legisladores y fuentes de la propia Casa Rosada.

Sin embargo, hay quienes piensan que a Milei no le interesa que la propuesta se apruebe. Es el caso del senador nacional por Libertad, Trabajo y Progreso, un ex de La Libertad Avanza, Francisco Paoltroni, quien el jueves declaró en una entrevista con CNN Radio que hay un acuerdo entre el gobierno nacional y el kirchnerismo para que Ficha Limpia no salga.

«No soy tan optimista de que se apruebe Ficha Limpia teniendo al zorro en el gallinero, el objetivo de estas maniobras es que Lijo ingrese a la Corte y suspender las PASO. Es el plan de Cristina y Milei para polarizar en las próximas elecciones», sostuvo.

Lo cierto es que tanto en el caso de Ficha Limpia como en el de las PASO, la fecha límite es el 21 de febrero, tan solo dentro de una semana, cuando vencerá el período de sesiones extraordinarias convocadas por el Poder Ejecutivo.

 

 

Por NP