BUENOS AIRES (ANP) La discusión sobre la validez y conveniencia del pago del bono de $30.000 de suma fija junto a los salarios de agosto y septiembre no estaría completa si no se la enmarca en un deterioro de los ingresos reales de los trabajadores que viene de mucho antes de la devaluación del 14 de agosto.
Al respecto, el cruce de la evolución nominal del salario promedio privado registrado y la de la cotización del dólar paralelo o «blue», arroja un resultado que deja en evidencia el deterioro de los ingresos a partir de la devaluación de abril de 2018 durante la Presidencia de Maurio Macri y que continuó en los tres años y ocho meses de la gestión de Alberto Fernández.
Pero en el curso del actual gobierno, el mayor deterioro fue en los casi trece meses de Sergio Massa al frente del Ministerio de Economía. Al respecto, el director de la consultora Economía & Ética, Diego Giacomini, señaló que el candidato presidencial de Unión por la Patria asumió el comando del Palacio de Hacienda con un salario privado registrado promedio de US$ 494 y, luego de la última devaluación, descendió a US$ 375, lo que representa un descenso del 24%.
Esa caída no se compensa con un aporte aislado de $ 30.000 por dos meses, que representaría una mejora temporal del 12% para un salario neto de $ 250.000 o del 10% para uno de $ 300.000.
Asimismo, si se toma como referencia los salarios de enero de 2017, la contracción llega al 19,7% en relación con la inflación y al 49,2% respecto de la cotización del dólar blue.