Buenos Aires, abr 23 (ANP)- Las provincias petroleras, que en los últimos años basaron parte de su financiamiento en la recaudación de regalías e impuestos sobre la actividad hidrocarburífera, tendrán que “administrarse mejor” en un contexto de baja del precio y la demanda del crudo, luego de haberse sido “muy imprudentes” en materia fiscal.
Así lo sostuvo el especialista Daniel Gerold, titular de G&G Energy Consultants, quien advirtió que una vez superada la pandemia del coronavirus en el mundo “todavía va a faltar tiempo” para que el mercado de hidrocarburos llegue a un punto de equilibrio.
“Van a pasar varios meses en deglutirse la sobreoferta en relación con la demanda”, pronosticó Gerold en declaraciones al programa Precisiones, por AM1220 Ecomedios.
Gerold consideró que en algún momento “la demanda va a recuperarse” pero que aún “vamos a ver precios bajos por varios meses”, al tiempo que advirtió que en las operaciones a futuro se prevén precios para el año que viene entre US$ 35 y US$ 40 el barril, superiores a los niveles actuales pero notoriamente inferiores a los previos a la pandemia.
El nuevo escenario que se avecina en materia energética obligará a un replanteo tanto en las compañías petroleras como en el diseño de políticas nacionales y en las estrategias de los gremios que representan a los trabajadores del sector.
En ese sentido, Gerold desestimó una migración hacia energías alternativas, con costos “mucho más caros que los del petróleo” y en consecuencia menos competitivo.
“El mundo va a enfocarse antes que nada en recuperarse y después analizará si ese tipo ese tipo de tecnologías o lujos es o no conveniente”, aseguró.
En cuanto al impacto que tendrá la baja del precio del petróleo en la Argentina, Gerold analizó las múltiples consecuencias tanto en el precio de los combustibles como en las inversiones en las opciones no convencionales, la actitud de los gremios del sector y el desempeño fiscal y financiero de las provincias productoras.
Al respecto, indicó que a pesar de la caída del precio internacional del crudo “la nafta no baja porque no subió lo que tuvo que haber subido durante muchísimos años y nadie decía nada”.
“Ahora el gobierno tiene una disyuntiva muy grave: ¿va a mandar a la quiebra a las empresas? ¿vamos a volver a importar y gastar el año que viene US$ 4.000 millones en hidrocarburos del exterior?”, planteó el consultor.
A pesar de que varios analistas estimaron que la baja del precio del crudo compromete seriamente el futuro de la explotación de los yacimientos del área de Vaca Muerta, Gerold consideró que si bien “va a haber mucha menos inversión, la industria petrolera ha demostrado que ante estos shocks se adapta disminuyendo sus costos”.
“Vaca Muerta volverá a ser competitiva”, aseguró, al tiempo que ponderó el “realismo” de los gremios que “así como tuvieron beneficios extraordinarios, muchas veces injustificados e improductivos, hoy están dispuestos a ceder esos privilegios”.
En ese sentido, remarcó que “los gremios más importantes, los de la Cuenca Neuquina y Chubut, aceptaron una reducción de beneficios para asegurar la continuidad de la actividad”, y advirtió que “igual tienen salarios más que dignos”.
Una mención especial mereció el desempeño fiscal y financiero de las provincias productoras, básicamente las de la región patagónica y en especial Neuquén, que con el crecimiento de Vaca Muerta tuvo una explosión de ingresos por regalías e impuestos a la actividad, como Ingresos Brutos y Sellos.
Sin hacer referencia a un distrito en particular, Gerold puntualizó que “las provincias van a tener que pensar en disminuir algunos impuestos a la actividad con tal que haya más inversión”.
Al respecto, cuestionó que esas provincias “son muy imprudentes en el manejo de los fondos cuando les va bien”, sin establecer previsiones para situaciones desfavorables como la actual”.
“Algunas han cobrado regalías por adelantado para todo este año y aún así no tienen dinero. A partir de ahora deberán administrarse mejor, de lo contrario van a tener un problema muy significativo”, finalizó.