Buenos Aires, jul 9 (ANP).-La nueva propuesta de canje de deuda implica pagos de US$ 2.180 millones a partir del año próximo, dinero que “no pone en jaque la capacidad de pago” de Argentina, aseguró Ecolatina.
La consultora también apuntó a que las necesidades financieras del país quedarían por debajo del 2% del PBI para todos los años. No obstante, aún restaría la negociación con el principal acreedor externo del país, el FMI, que en el esquema original suman desembolsos por US$ 49.000 desembolsos concentrados entre 2022 y 2023.
Si los acreedores aceptan la última oferta presentada el lunes para restructurar la deuda externa, Argentina deberá pagar el año próximo US$ 2.180 millones en concepto de intereses, en lugar de los US$ 330 millones que pretendía pagar en la propuesta original, presentada a mediados de abril.
La diferencia de pago entre ambas propuestas es US$ 1.850 millones, monto similar al que debió vender el BCRA entre mediados de abril y fines de mayo para contener el tipo de cambio oficial, destacó el informe.
Ecolatina también apuntó a que la última propuesta, presentada el pasado lunes para restructurar US$ 66.300 millones emitidos bajo legislación extranjera, implica un reconocimiento de US$ 53,5 por cada bono de US$ 100 de valor nominal, contra los US$ 13,5 de la propuesta original.
Entre ambas propuestas, hubo otras dos que no se presentaron ante la SEC (la comisión de valores de los Estados Unidos) que representaban mejoras del Valor Presente Neto (VPN) de US$ 47 y US$ 51 respectivamente.
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Pero además, la última propuesta, plantea algunos cambios legales más beneficiosos para los acreedores. El principal es que le mantienen las Cláusulas de Acción Colectivas CACs), a los tenedores de los bonos de Descuento y a la Par, entregados en la restructuración del 2005.
También les da la opción a los tenedores de títulos en euros y francos suizos de optar por recibir un nuevo bono en dólares.
Finalmente, en la última propuesta, se destacan otras dos características que pueden incentivar un mayor grado de participación. En primer lugar, el hecho de que reconozcan intereses corridos hasta septiembre en vez de hasta abril si se ingresa al canje de forma voluntaria. En términos de Valor Presente Neto (VPN), implica una ganancia de US$ 1,1 cada US$ 100 de valor nominal.
En segundo lugar, a los tenedores de los bonos Globales que no decidan ingresar al canje pero que hayan sido “arrastrados”, se les entregará el bono más largo, cuyo vencimiento está fechado en 2046.
Estas mejoras suponen un menor alivio en los desembolsos futuros. En este sentido, mientras que la primera oferta, de mediados de abril, implicaba pagos por apenas US$ 330 millones hasta 2023, pero en la actual esos vencimientos ascienden a US$ 2.180 millones.
Asimismo, a 2046, los montos pasan de un pago total de US$ 81.900 millones a US$ 94.600. Esto implica un alivio de deuda frente a la situación original se reduzca de US$ 42.200 a US$ 29.500 millones.