Si realmente existe una «tendencia mundial» en materia de inflación, habrá que admitir que es en el sentido contrario a la que muestra la Argentina hace un año y medio, con un aumento de la tasa interanual que contrasta con lo que ocurre en el resto del planeta.
Sin ir demasiado lejos, entre los países de América Latina (con la excepción de Venezuela), puede observarse un escenario absolutamente diferente al argentino: el promedio de inflación de junio entre los dieciséis países que dieron a conocer sus índices oficiales fue de 0,10625%, es decir 56 veces inferior al 6% que para el mismo mes registró el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
De esos dieciséis países, seis tuvieron deflación: Brasil (-0,08%), Costa Rica y Perú (-0,16%), Chile (-0,2%), Paraguay (-0,3%) y Uruguay (-0,46%). Y si la deflación mensual no es una rareza en la región, Costa Rica y Panamá sobresalen también por tener deflación interanual, respectivamente con precios minoristas 1,04% y 0,6% inferiores a los de junio de 2022… el mismo lapso en el que la Argentina tuvo un incremento del 115,6%.
Dentro de ese grupo de países latinoamericanos, Nicaragua fue el mes pasado el de mayor alza de precios, con un 0,88%, seguido por un pelotón con menos del 0,4%: Honduras (0,39%), Ecuador (0,37%), Guatemala y Colombia (0,30% cada uno), Bolivia y República Dominicana (0,22% en ambos casos), El Salvador (0,20%), Panamá y México (los dos con 0,1%), más los países mencionados que cerraron con deflación respecto de mayo.
Con la excepción del 404,4% de Venezuela, todos los países tuvieron alzas interanuales mucho menores que la de la Argentina, con una lista en la que sólo Colombia (12,13%) es el único con dos dígitos.
La lista se completa, en orden decreciente, con Nicaragua (9,87%), Chile (7,6%), Perú (6,71%), Uruguay (5,98%), Honduras (5,60%), México (5,06%), Guatemala (4,93%), Paraguay (4,2%), República Dominicana (4%), El Salvador (3,80%), Brasil (3,16%), Bolivia (2,73%), Ecuador (1,69%), Panamá (-0,6%) y Costa Rica (-1,04%).