La inflación de alimentos continuó su tendencia ascendente y completó entre el 10 y el 17 de febrero una seguidilla ininterrumpida de ocho semanas de crecimiento, por lo que en el mes llega a un incremento promedio del 6,4%, el más alto desde comienzos de noviembre, y del 7,2 en la medición punta a punta.

La consultora LCG sostuvo que «el país está en un proceso de inflación inercial» y salir de ella es «complejo», porque «requiere un cambio de régimen».

«Para 2023 no se puede esperar tener grandes resultados en el corto plazo», agregó la entidad dirigida por Guido Lorenzo, que volvió a cuestionar la pauta oficial de una inflació de 60% para todo el año. «cuando en realidad se observa un piso de 90%, en caso de que no existan situaciones de estrés financiero de lo cual no estamos exentos».

LCG advirtió que «la dificultad con prometer inflación del 60% anual es que genera comportamientos inconsistentes, no hay una pauta creíble y el resultado puede ser peor que el que existiría en un escenario donde la pauta fuera
más realista».

 

Por NP