La producción de la industria manufacturera pyme creció 0,3% en mayo frente al mismo mes del año pasado, a precios constantes, en lo que representa el menor incremento interanual desde abril de 2021, según el relevamiento de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
En la comparación con abril se mantuvo sin cambios y entre enero y mayo acumula un aumento de 1,5%, comparado con igual período de 2022.
Los empresarios consultados por la entidad señalaron que los aumentos en los importes de los insumos básicos atentan contra la rentabilidad de sus empresas, en tanto no los pueden trasladar a precios. Por otra parte, puntualizaron que los faltantes de insumos se hicieron más frecuentes en el último mes, alcanzando tanto a bienes nacionales como importados.
Finalmente, resaltaron que hay acopios especulativos por parte de proveedores que retienen mercadería para pedir más precios, y que los clientes demoran pagos cuando los proveedores les exigen cancelar el total de las entregas por anticipado.
No obstante, la capacidad industrial utilizada se encuentra en el registro más elevado de los últimos 16 meses.
La mejor performance en mayo se dio en “Alimentos y Bebidas”, con un crecimiento anual de 5,3% en su producción. En cambio, la peor tuvo lugar en “Papel e Impresiones”, con una caída interanual de 14,7%.
Alimentos y bebidas: La producción creció 5,3% anual en mayo, acumulando un aumento de 5,5% en los primeros cinco meses del año. En la comparación mensual, subió 1,2%. Las industrias trabajaron bien, con un 74,2% de su capacidad instalada, pero con problemas de abastecimiento de insumos como azúcar, maíz y papel, lo que las impulsó a tener que cambiar incluso los sistemas de packaging. Algunas firmas consultadas cuentan que no pueden utilizar más capacidad instalada, no por falta de demanda, sino porque no están consiguiendo piezas de máquinas averiadas, lo que genera que haya maquinaria inutilizada.
Indumentaria y textil: La Hubo una retracción de 0,2% anual en mayo, aunque aún se acumula un incremento de 0,6% en los primeros cinco meses. En el contraste mensual cayó 6,7%. Las industrias trabajaron con un 75% de su capacidad instalada. Los empresarios entienden que los pedidos de producción se mantienen firmes debido a la restricción del ingreso de indumentaria y textil importado. Sin embargo, esas mismas restricciones les dificulta su operatoria por la falta de insumos y herramientas necesarias para producir.
Madera y muebles: La fabricación declinó 1,2% anual en mayo, pero suma un aumento de 1,1% en los primeros cinco meses del año. En relación al mes anterior creció 1,1%. Las industrias trabajaron con 71,7% de su capacidad instalada. Las empresas medidas señalaron que podrían trabajar más si no fuera por los problemas para conseguir recursos humanos e insumos. Además, muchas pymes están preocupadas porque los proveedores les achican los plazos para pagar, mientras que sus clientes se los estiran.
Metálicos, maquinarias, equipos y material de transporte: La producción se retrajo 2,3% anual en mayo y lleva un aumento de 1,6% en los primeros cinco meses. En relación con el mes pasado, se desplomó 3%. Las industrias trabajaron con 71,3% de su capacidad instalada. Es el sector más complicado por la falta de insumos y las trabas a las importaciones. Las empresas con liquidez invierten en acumular stocks de los insumos más críticos, pero eso complica al que tiene que comprar día a día porque no los consigue.
Productos químicos y plásticos: La elaboración aumentó 3,3% anual en mayo y acumula un incremento de 2,9% en los primeros cinco meses del año (frente al mismo período de 2022). En la comparación mensual, creció 1,3%. Las industrias trabajaron con 70% de su capacidad instalada, y están teniendo mejoras discretas frente al año pasado, pero con mucho dinamismo inversor. Eso les permite equilibrar las utilidades.
Papel, cartón, edición e impresión: La producción se desplomó 14,7% anual en mayo y lleva un derrumbe de 11,4% en los primeros cinco meses del 2023. En la comparación mensual descendió 2,3%. Las industrias trabajaron con 82,4% de su capacidad instalada. Si bien es un nivel alto, ocurre más por falta de inversiones que por exceso de actividad.