La inflación de 4,9% en noviembre que comunicó hoy el Instituto Nacional de Estadística y Censos sorprendió a la mayoría de los observadores, si se tiene en cuenta que el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) fue del 6,1% y que el grueso de las consultoras esperaban un número en torno al 5,9%.
De todos modos, el resultado fue casi el doble que el 2,5% de noviembre del año pasado y eso llevó a elevar la tasa anual al 92,4% y el acumulado en once meses al 85,3%, lo que deja un margen del 7,8% para diciembre a efectos de no cerrar el año con un índice de tres dígitos, algo que aparece como un desempeño perfectamente cumplible.
En cuanto a las explicaciones de la suba de noviembre, la principal razón fue la variación del rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas, el de mayor ponderación del IPC, que con el 3,5% fue el de menor aumento de todos.
En el listado de productos seleccionados que habitualmente publica el INDEC, se destacan varios alimentos y bebidas que cerraron el mes pasado con niveles de precios inferiores a los de octubre: paleta (-0,5%), cuadril (-1,2%), carne picada común (-3,2%), papa (-7,8%), cebolla (-14,1%) y tomate redondo (-14,3%).
Otros productos tuvieron subas menores al 3,5% promedio del rubro: manteca (0,4%), pollo entero y filet de merluza fresco (ambos 0,5%), hamburguesas congeladas (0,6%), nalga (0,7%), asado y aceite de girasol (los dos 1,8%), tomate entero en conserva (2,1%), azúcar (2,5%), agua sin gas (2,6%), arroz blanco simple (3,3%) y queso pategrás (3,4%).