El cumplimiento de las metas fiscales con el Fondo Monetario Internacional, que fijaron un déficit primario no mayor al 2,5% del PBI en 2022, fue obtenido principalmente a costa de la postergación de pagos por parte de la Administración Pública Nacional, que se reflejó en un incremento de la deuda flotante de tal magnitud que ayudó a disimular el peso de un déficit devengado del 3,6%.

El último informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), mostró que el déficit primario del año que finalizó recientemente fue de $ 2.946.044 millones, con un incremento anual  nominal de 39,4% y una baja real del 19,1%, en tanto el déficit financiero fue de $ 4.514.183 millones, con una aumento nominal del 56,6% y un descenso del 9,2% medido en valores constantes.

En términos de PBI, los déficits primario y financiero fueron respectivamente del 3,6% y del 5,5%.

En la consideración de la diferencia entre el devengado y el ejecutado no puede obviarse el hecho del notorio aumento de la deuda flotante, conformada por «los gastos realizados en determinado periodo que por diversos motivos todavía no han sido pagados”, según la explicación de la propia OPC en la presentación del monitor específico.

Precisamente, en su “Monitor de Deuda Flotante” (uno de los diez que elabora el organismo bicameral) se indicó que en octubre de 2022 la deuda flotante total fue de $1.104.219 millones, un 95,2% más que la existente al cierre de 2021, cuando se llegó a los $565.565 millones y un 255,5% más en la comparación interanual, si se tiene en cuenta que en octubre de 2021 el monto fue de $310.061 millones.

En 2022 los ingresos totales de la APN mostraron un aumento nominal del 65,1% y un retroceso en términos reales de 4,2%, mientras que los gastos totales crecieron 62,8% y disminuyeron 5,6%, respectivamente.

La OPC advirtió que «la variación observada en los recursos obedece a la alta base de comparación generada por la
recaudación del Aporte Solidario y Extraordinario y los Derechos Especiales de Giro (DEG), que aportaron recursos excepcionales por el equivalente a 1,4% del PIB durante 2021».

«Descontando estos conceptos, los ingresos registrarían un crecimiento real de 4,1% debido a la expansión de sus
principales componentes: la recaudación tributaria y los recursos de la Seguridad Social, con aumentos de 4% y 4,1%, respectivamente», aclaró.
Por su parte, los gastos primarios tuvieron una suba del 59,7 nominal y una reducción de 7,4% real. Las mayores disminuciones  a valores constantes se registraron en los gastos de capital (37,6%), bienes y servicios (30,2%) y subsidios económicos (11,3%). Contrastando esta dinámica, el gasto en personal tuvo una suba real de 8,5%.

En el caso del gasto jubilatorio, se registró un leve incremento de 0,3%, atribuible a la política de bonos compensatorios y al aumento en la cantidad de beneficiarios que compensaron el ahorro por aplicación de la movilidad jubilatoria.

Los intereses de la deuda se incrementaron 103,5% nominal y 18% real, lo que originó que los gastos totales
disminuyeran en términos relativos menos que los gastos primarios.

 

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Por NP