Buenos Aires, sep 14 (ANP).- La cosecha prevista para la campaña 2021/22 alcanzaría a 129,8 millones de toneladas, con un crecimiento anual del 7,2%, de acuerdo con las proyecciones dadas a conocer hoy por la Bolsa de Cereales.
El crecimiento será el resultado de un incremento del 2,1% en la superficie sembrada, que llegaría a 34 millones de hectáreas, se indicó en el marco del lanzamiento de la Cosecha Gruesa de la próxima campaña, en la sexta edición del Congreso de Perspectivas Agrícolas.
El presidente de la Bolsa de Cereales, José C. Martins, señaló que la agroindustria representa el 67% de la exportación de bienes y genera 3,7 millones de puestos de trabajo y destacó que está en condiciones de producir entre 180 millones y 200 millones de toneladas de manera sustentable.
Para esto, subrayó la necesidad de “tener reglas de juego claras, que incentiven la inversión”, al tiempo que ponderó la importancia del trabajo del Consejo Agroindustrial Argentino en la búsqueda de consensos.
El ingeniero Eduardo Sierra destacó las posibles adversidades climáticas durante este nuevo ciclo productivo, con especial énfasis sobre el desarrollo de un nuevo escenario climático del tipo “La Niña”.
Por su parte, el economista Juan Pablo Gianatiempo, resaltó la importante suba de los precios internacionales de los granos durante el último año, que situó las cotizaciones en niveles históricamente altos.
“A pesar del aumento registrado en los costos de los insumos en lo que va del año, las señales de esta campaña son positivas para el incremento del área sembrada, especialmente para el cultivo de maíz”, indicó.
Con este panorama, Esteban Copati, jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales, señaló que la superficie sembrada con cultivos extensivos en Argentina se incrementaría un 2,1%, hasta 34 millones de hectáreas, que permitirían una expansión de la producción de un 7,2%, alcanzando 129,8 millones de toneladas de granos, gracias a una recuperación de los rendimientos por hectárea.
Por primera vez desde mediados de los noventa, se estima una mayor producción de maíz que soja desde el inicio de la campaña.
Con un crecimiento del 8,9%, la producción de maíz alcanzaría 55 millones de toneladas, convirtiéndose en el cultivo de mayor volumen producido, después de 6 campañas consecutivas de incremento del área sembrada.
Por su parte, la soja continúa perdiendo superficie, por séptima campaña consecutiva, llegando a 16,4 millones de hectáreas, la menor de las últimas 15 campañas.
Entre las causas de estos movimientos se destacaron factores vinculados a las innovaciones de manejo en los distintos cultivos, como la diferenciación de fechas de siembra en maíz; a los movimientos en los precios relativos de los granos, los distintos niveles de derechos de exportación; y a la adopción tecnológica.
En relación a esto último, Sofia Gayo, analista agrícola de la Bolsa de Cereales, manifestó que a diferencia del maíz, el paquete tecnológico en torno a la soja muestra signos de estancamiento.
El economista jefe de la Bolsa, Agustín Tejeda Rodríguez, subrayó que la cadena del maíz continúa en crecimiento aportando al desarrollo económico, social y ambiental, pero llamó la atención sobre el estancamiento de la cadena de la soja, principal complejo exportador de la Argentina.
“En los últimos años ha aumentado la capacidad ociosa al 40%, en una industria que ha realizado inversiones para moler más de 60 millones de toneladas”, agregó.
Nelson Illescas, director de la Fundación INAI, resaltó que de los principales exportadores agroindustriales, Argentina es casi el único con apoyo negativo al sector.
“Desde 2002 el ingreso de los productores en nuestro país se ha reducido como consecuencia de las políticas de derechos y restricciones a las exportaciones, desincentivando la producción”, describió.
Asimismo, Tejeda advirtió que “de seguir con las actuales políticas Argentina continuaría perdiendo relevancia, con reglas de juego favorables podríamos superar las 180 millones de toneladas de granos hacia 2029/30”.
En el cierre, Ramiro Costa, subdirector ejecutivo de la Bolsa de Cereales, destacó que el sector está en condiciones de ser un pilar en el desarrollo sustentable del país, a través de la producción y exportación de bienes y servicios bio-basados saludables y de alta calidad, contribuyendo a evitar las recurrentes crisis, en un marco de equidad territorial, inclusión social y cuidado del medio ambiente.