Buenos Aires, (ANP) – La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) está mandando a productores agropecuarios notas en las cuales les advierten que este año están declarando menores rindes que el año pasado, algo que resulta lógico debido a la fuerte sequía y las heladas fuera de contexto en febrero.
Según pudo confirmar Nuevas Palabras, las notas comenzaron a llegar en los últimos días, aunque podrían obedecer a una razón informática: el sistema podría estar detectando una fuerte caída en los rindes, pero no puede determinar si estos obedecen a una subdeclaración de los contribuyentes o si es producto de las pésimas condiciones climáticas que viene soportando la Argentina desde el año pasado.
Las notas no aparecieron en un buen momento. El pasado 28 de febrero miles de productores agropecuarios protestaron en Santa Fe por las políticas del gobierno nacional para atender los graves problemas ocasionados por el déficit hídrico. A la reunión no solo asistieron los convocantes de la Federación Agraria, sino también el resto de dirigentes de la Mesa de Enlace, es decir , la Sociedad Rural, Coninagro y Confederaciones Rurales Argentinas (CRA).
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En las redes sociales se multiplicaron las quejas de productores y entidades sobre las advertencias del organismo que conduce Carlos Castagneto.
En las últimas semanas la AFIP ha venido reforzando controles en las rutas, donde pareciera que el organismo solo se dedicara a fiscalizar el comercio del sector agropecuario. De hecho, ha venido informando operativos contra este sector:
El domingo informó que AFIP decomisó en la localidad tucumana de Aguilares un camión que contenía 8.500 kilos de tabaco tipo burley (que se emplea para la fabricación de cigarrillos) que eran transportados sin ningún tipo de documentación respaldatoria y el lunes, a través de la Dirección General Impositiva (DGI), desbarató una maniobra de omisión del pago de impuestos por más de 13 millones de pesos en la exportación de carne bovina a China.
El miércoles informó que detectó explotación laboral en un campo de cultivo de maní de la localidad bonaerense de Roberts, partido de Lincoln. Los trabajadores vivían en condiciones paupérrimas, realizaban extensas jornadas laborales y el agua y los alimentos eran descontados del magro salario que percibían.
Y ese mismo día, Castagneto, participó de un operativo en el que se incautaron más de 400 toneladas de soja, por tratarse de mercadería producida y comercializada por operadores apócrifos.