Buenos Aires, dic 22 (ANP).- La actividad industrial mostró en noviembre un crecimiento interanual del 6,5%, pero con un retroceso en relación con el nivel de octubre del 3,6% que deja en evidencia un recorte en las mejoras registradas respecto de los primeros meses de la pandemia y hacen prever un 2022 con “escaso dinamismo”, según el análisis de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL).

La entidad precisó que en el mes pasado “el mejor desempeño lo tuvo la producción automotriz”, con “un muy importante aumento de exportaciones”, seguida por “la producción de las industrias metálicas básicas, la refinación de petróleo y la industria metalmecánica”.

En los primeros once meses del año la producción industrial recorta la mejora acumulada hasta 16,5% , un ranking liderado con holgura por la industria automotriz, con un avance acumulado de 78%.

Con una mejora de la producción en el periodo enero – noviembre superior al promedio, se colocan las industrias metálicas básicas con un avance de 29.7%, seguidas de la metalmecánica (28.9%) y los minerales no metálicos (26.4%).

Por debajo del 16,5% global se ubican el proceso de petróleo (13%), los insumos químicos y plásticos (11.4%), los despachos de cigarrillos (10.2%), la producción de alimentos y bebidas (4.1%) y la de papel y celulosa (2.3%), en tanto la producción de insumos textiles acumula un ligero avance (0.8%) en el periodo enero – noviembre respecto el nivel observado en el mismo periodo de 2020.

En cuanto al tipo de bienes, la actividad es liderada por la producción de los de capital que acumulan una mejora de 47.3% en los primeros once meses. La producción de bienes de consumo durable le sigue en el ranking con un crecimiento acumulado de 37.8% y los bienes de uso intermedio acumulan una mejora de 15% en once meses, mientras que los bienes de consumo no durable cierran el ranking con una mejora acumulada en once meses de 4.8%.

En términos desestacionalizados, la actividad industrial en noviembre mostró un ligero retroceso (0,2%) respecto al mes anterior, encadenando cinco meses de caída.

“Durante la fase de recuperación cíclica de la industria que comenzó con la salida de la pandemia, el mayor nivel de actividad se alcanzó en abril del presente año, señalando a aquel mes como candidato a pico en la recuperación de la actividad”, destacó FIEL.

La Fundación advirtió que “los indicadores que permiten anticipar un cambio de fase de la industria muestran que ha recortado dinamismo en su recuperación de corto plazo, al tiempo que se tiene un retroceso en la difusión de la mejora de la actividad entre sectores respecto a un año atrás”.

“Hacia los próximos mes meses el sendero que transite la actividad confirmará si la industria avanza en una nueva fase de contracción”.

De cara al 2022, FIEL consideró que “gravitan factores tales como el acceso a las divisas para sostener la actividad, la persistencia de una brecha de cambio elevada, precios internacionales de commodities adecuándose a ajustes globales de las condiciones macro monetarias, ingresos reales de la población desafiados por la inflación, ajustes de la tasa de interés de política hacia niveles reales positivos, junto con una expectativa de crecimiento nulo o negativo de Brasil”.

“Todo lo anterior permite anticipar un desempeño magro de la industria respecto al observado en 2021, con restricciones que se ciñen, oportunidades y ventajas que ya no se encontrarán disponibles, junto con nuevos desafíos relacionados con la búsqueda de una mayor inserción exportadora de la industria”, sostuvo, al tiempo que manifestó que “es esperable una mayor integración local de la producción”.

Por NP