Buenos Aires, oct 8 (ANP)- Un informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (IDESA) señala que el gobierno emitió este año un dinero equivalente a $50.000 por hogar pobre y advierte que si un tercio de esa emisión hubiera llegado a esos sectores, la pobreza debería ser cero.
La consultora plantea que «el INDEC informó que en la primera mitad del 2020 había 3 millones de hogares pobres en los grandes aglomerados urbanos» y que «proyectando al total de la población se estima que habría unos 4,5 millones de hogares pobres sobre un total de 12 millones de hogares».
«Son 500 mil hogares pobres más que el año pasado» dice IDESA.
Las familias pobres están conformadas, en promedio, por 4 miembros y necesitan aproximadamente $44 mil para no ser pobres, pero generan sólo $26 mil por mes. Esto significa que la brecha de pobreza –o sea, el dinero adicional que necesitarían para salir de la pobreza– es de $18 mil mensuales por hogar.
Por otro lado el reporte dice que «el INDEC también reportó que en la primera mitad del 2020 la desigualdad aumentó».
«Es decir, la gente que más dinero gana tuvo incrementos de ingresos superiores a los ingresos de las familias que menos ganan. La expansión de la pobreza y la desigualdad se producen en un gobierno en el que los representantes de los pobres (“piqueteros”) tienen importante influencia y se distribuyen millones de planes asistenciales, como la tarjeta alimentaria y el IFE. Es clara la contradicción entre el declamado compromiso con los pobres y la profunda involución social que reporta el INDEC», dice el informe.
- IDESA indica que «la emisión monetaria desde diciembre 2019 fue de $2,3 billones» y que «este monto equivale a aproximadamente $50 mil mensuales por hogar pobre». «Es casi 3 veces más de los $18 mil mensuales que los hogares pobres necesitan para salir de la pobreza», compara IDESA.
La consultora indica que «gran parte del gasto público y, por lo tanto, de la emisión monetaria, se destina a financiar diferentes tipos de privilegios como jubilaciones especiales, empleo público que no trabaja por la cuarentena, subsidios a los servicios públicos de la clase media del área metropolitana, déficit de empresas públicas como Aerolíneas Argentinas».
Por otro lado, indica que «el gasto asistencial se canaliza a través de centenares de programas sociales todos muy rudimentarios».