Buenos Aires, oct 15 (ANP)- Michelle Bachelet, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, advirtió sobre una “creciente insatisfacción popular por cómo están funcionando las democracias”, consideró que “más que nunca” es difícil gobernar en la actualidad e instó a las empresas a comprometerse con fuerza en el proceso de recuperación en el escenario post pandemia.

“No hay que tratar de volver al mundo de antes de la pandemia, porque dejó en evidencia la existencia de grandes desigualdades. Tenemos que generar un mundo más inclusivo, donde la prosperidad sea más compartida”, aseveró la ex presidenta de Chile, al hablar en el panel “Derechos Humanos y los desafíos de hoy”, en la segunda jornada del 56 Coloquio IDEA.

Bachelet sostuvo que como consecuencia de la pandemia se está viviendo “la más profunda recesión económica desde la Segunda Guerra Mundial”.

Alertó que “más de 100 millones de personas están cayendo en la extrema pobreza”, al remarcar que en América Latina, la región más afectada por la emergencia sanitaria junto con Asia, habrá una muy marcada caída del PBI, aumento del desempleo y la pobreza llegará al 40 por ciento.

Señaló que, sumado a ello, hay “una creciente insatisfacción popular por cómo están funcionando las democracias”, porque no están respondiendo a las necesidades de bienestar de las personas, y se incrementaron las protestas, porque hay “descontento con modelos económicos que generaron más pobreza, e indignación por la corrupción”.

Bachelet sostuvo que la mayoría de las empresas se enfrentan a desafíos complejos ante este escenario, pero subrayó que son “socios cruciales para la recuperación”, e instó a los hombres de negocios a “fortalecer su compromiso con el sistema multilateral y a que los derechos humanos ocupen un lugar central para sus actividades y su cadena de valor”.

En ese sentido, la ex presidenta de Chile afirmó que deben respetar los derechos laborales de sus empleados y conservarles el empleo en esta situación de pandemia, además de garantizarles el acceso a la salud, al tiempo que pidió incorporar a más mujeres al mundo laboral y que realicen acciones de impacto positivo en las comunidades.

En el panel moderado por Eduardo Braun, director del Grupo Supervielle y autor en Liderazgo y Cultura Organizacional, Bachelet también remarcó que las naciones deben revisar los contenidos educativos para formar con vista a los trabajos del futuro; explorar áreas de nuevas oportunidades para generar negocios y empleo digno, y asegurar programas de protección social para los sectores más vulnerables.

La Alta Comisionada de las Naciones Unidas reconoció que “hay una tremenda insatisfacción socio-económica” en la región y admitió que “gobernar hoy, es más difícil que nunca, porque el mundo está polarizado y hay un crecimiento del populismo, el nacionalismo y la xenofobia”.

“Es clave que funcione el Estado de Derecho, que las instituciones cumplan su rol, porque la gente siente que el acceso a la Justicia no es igual para todos”, enfatizó Bachelet.

Subrayó que los gobernantes deben “hablarle claro al país, no prometer en campaña lo que no van a cumplir, generar diálogo y consensos para generar vínculos de confianza”.

“No hay una receta porque los intereses son distintos, pero debiéramos pensar que el país es una casa común, y que si quiero que me vaya bien tiene que irle bien al otro también”, añadió, y pidió tener una mirada estratégica a largo plazo.

Bachelet resaltó los atributos del liderazgo femenino, entre los que mencionó la honestidad, la empatía, la búsqueda de consensos y la buena comunicación que -dijo- aplicó en los cargos que desarrolló en la función pública.

“Debido tal vez a que siempre fue más discriminada, la mujer tiende a ser más inclusiva y a tener en cuenta que la diversidad siempre enriquece”, destacó.

 

 

 

 

Por NP