Buenos Aires, feb 10 (ANP) – La temporada de verano del 2020 es una de las mejores de la última década por efecto del cepo y del dólar solidario. El hecho nadie lo discute. Pero los argentinos que este año decidieron veranear en el país en vez de ir a un destino en el extranjero, tuvieron que abonar en promedio un 36% de impuestos en cada consumo de servicios de hostelería y gastronomía.
Así lo indica un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF). Para el análisis global de la carga tributaria, se consideran los siguientes impuestos sub-nacionales: Impuesto a los Ingresos Brutos provincial, Tasa de Seguridad e Higiene municipal, Impuesto
Inmobiliario y Tasa de alumbrado, barrido y limpieza, y los siguientes del orden nacional: Impuesto al Valor Agregado- IVA-; Impuesto a las Ganancias (incluyendo la sobretasa a la distribución de utilidades); Aportes y Contribuciones a la Seguridad Social; e Impuesto a los Débitos y Créditos Bancarios.
El trabajo muestra cuatro ejemplos de consumos por $ 5.000, en diferentes tipos de establecimiento. Por caso, para una noche de hotel chico se estima $867,8 por IVA; $475,9 por Seguridad Social; $ 124 Inmobiliario; Impuesto a las Ganancias, $107,7; Ingresos Brutos, $142,6 y Tasa Municipal de Inspección e Higiene, $36,4.