BUENOS AIRES, JUN 25 (ANP).– En el primer día de Argentina en el grupo de los parias financieros del mundo, el ministro de Economía, Martín Guzmán, evitó referirse a la dura decisión anunciada ayer por el grupo del índice MSCI, que degradó la calificación del mercado local desde la categoría de «emergentes» a la de «independientes» (standalone).

Como lo sugiere el vocablo anglosajón, la calificación de mercado «independiente» remite a los países que ofrecen las peores condiciones financieras del mundo, y que ni siquiera merecen el beneficio de la duda que otorga la nota de mercado «de frontera». De hecho, ésta era la clasificación que los analistas esperaron hasta último momento.

Para muchos, la rebaja de MSCI fue más un castigo ejemplificador que el resultado de un análisis técnico desapasionado. Pero más allá de eso, sin duda llega en un momento inoportuno, en el que Argentina intenta dar señales de credibilidad para renegociar sus deudas con los organismos multilaterales.

Es en ese contexto que sorprende el silencio de Guzmán, quien hoy cumplió una nutrida agenda en Bariloche, invitado para dar una charla sobre la normalización de la economía. Antes de su disertación, el ministro mantuvo varios encuentros, entre ellos con empresarios locales, pero en ninguno se refirió a la caída de Argentina del conveniente grupo de los emergentes para hundirse en el limbo de los indeseables a los ojos de los inversores.

Durante su disertación en el Instituto Balseiro de Bariloche, el ministro insistió una vez más en que el país necesita una «dinámica virtuosa de las exportaciones», crecimiento sostenido, una moneda más fuerte, y sostenibilidad fiscal. En relación al problema de la deuda con el FMI, reiteró que la discusión se dará en el Congreso.

También tuvo palabras de aliento para quienes esperan una recuperación del salario real en tanto que confió en que la actividad se está recuperando. Cabe acotar en este punto que si el estimador de actividad económica de abril, que se publica el martes que viene, muestra un aumento espectacular, habrá que agradecérselo a la paupérrima base de comparación y no a otra cosa. También hay que señalar que el indicador ya lleva dos meses de caída mensual, y no parece que abril vaya a traer mejores noticias.

Esa misma base de comparación es sin duda la que permite a Guzmán entusiasmarse con un 2021 cerrando con un crecimiento en alrededor de 7%.

Sin menciones del ministro sobre la nota de standalone, la polémica por la degradación del mercado argentino continuó hoy reflejándose en las fuertes caídas de los activos argentinos en la bolsa de Nueva York y en el Merval.

Por su parte, el mercado cambiario terminó también presionado en la primera jornada fuera de los emergentes: el MEP y el blue llegaron a récords, con subas de casi 2,5%. Habrá que ver qué sucede desde la semana que viene.

Por NP