BUENOS AIRES (ANP).- El aislamiento, el miedo a la enfermedad y la incertidumbre por las dificultades financieras personales derivadas del cierre de actividades debido a la pandemia por covid-19 tuvieron su previsible impacto en la salud mental de los seres humanos, que recientemente se pudo dimensionar en un dato: en el primer año, la cantidad de casos de depresión creció un 25%.
Así lo reveló un sondeo publicado hace algunos días por la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuya principal conclusión fue este importante incremento de la prevalencia mundial de la ansiedad y la depresión.
Además, un estudio de la Universidad de Toronto publicado hoy por la Revista internacional de investigación ambiental y salud pública señaló que los adultos mayores sin problemas de salud mental previos fueron los más afectados en Canadá.
Desde que comenzó la pandemia, se observó un aumento de las consultas que recibieron psicólogos y psiquiatras a raíz de este tipo de cuadros y, por lo tanto, también hubo un incremento en el consumo de psicofármacos como bromazepam, según datos aportados por la Confederación Farmacéutica Argentina.
Al respecto, la Dra. Macarena González, gerente médica de Laboratorios Biopas, aclaró que pese a la mayor demanda este fármaco se encuentra disponible en las farmacias de Argentina bajo prescripción médica para los pacientes que se encuentren realizando un tratamiento contra cuadros de ansiedad, tensión, depresión, nerviosismo, agitación e insomnio.
Ante el aumento de casos, y las secuelas que dejó la fuerte experiencia que vivió el mundo, González remarcó la importancia de consultar con el médico especialista para enfrentar estos síntomas, ya que existen distintos tipos de tratamientos, que no siempre involucran fármacos.
Sin embargo, la médica advirtió que en caso de prescribirse psicofármacos como el bromazepam, melatonina y flunitrazepam, es fundamental que los pacientes respeten las dosis y los horarios indicados por el especialista a cargo del tratamiento.