Los precios de los distintos cortes de carne vacuna registraron una suba de 1,5% en junio y en los últimos doce meses, esos cortes incrementaron su precio 72,7%, 45 puntos porcentuales debajo del aumento general de precios de la economía, según el relevamiento dado a conocer hoy por el Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
Del informe realizado en base a datos del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), surgió que en el primer semestre -debido a los fuertes incrementos de febrero y marzo- la suba de precios de carne vacuna en mostrador alcanzó el 60%, por encima de la inflación acumulada en ese periodo (52%).
«En junio puede observarse un impacto heterogéneo de los aumentos con relación a los distintos cortes», indicó CEPA, que señaló al respecto que los denominados “cortes caros”, son los que más incrementaron sus precios, con un alza del 1,6%. Por su parte, Los cortes “intermedios” y “económicos” mostraron una suba similar de 0,8% y 0,7% respectivamente.
Las principales subas en los precios durante el mes de febrero se dieron en: hamburguesa casera (3,9%), picada especial (3,8%) y cuadrada (3,7%).
Adicionalmente, la variación en la suba de precios, de acuerdo al canal de comercialización muestra que, a la inversa de mayo, el precio promedio de la carne vacuna en supermercados mostro un alza de 2,4% vs mayo 2023, superando los aumentos de carne vacuna en carnicerías (1,1%).
Si tenemos en cuenta la evolución del precio del pollo, principal producto sustituto de la carne vacuna, registró, en junio, una baja de 6,7%, luego de fuertes incrementos en los primeros cuatro meses del año.
El indicador que suele representar este proceso y que vincula la evolución del precio del asado en relación con el precio del pollo, muestra una suba que llega a 2,81 en junio 2023, el tercer valor más bajo desde los registros disponibles (enero 2020), producto del aumento de la carne vacuna en relación al pollo.
Si se analiza la cantidad de kilos de pollo fresco que se puede comprar con un kilo del corte vacuno más consumido (el asado), se observa que el asado se había revalorizado fuertemente en relación con el pollo. La brecha entre ambos productos llegó a ser de 4,04 kilogramos en diciembre 2021. Esta relación se acorta dos años después, alcanzando en el sexto mes del año una brecha de 2,81.
En términos interanuales, las variaciones de los cortes de carne vacuna se encuentran por debajo de la inflación acumulada (122,1%).
Para CEPA, «en buena medida, el incremento de precios explica, entre otras razones, la reducción en el consumo de carne bovina en los últimos años habiéndose reemplazado por otros tipos de carnes más económicas, como la aviar o porcina», al punto que «según el informe sectorial del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, el consumo per cápita de carne vacuna se situó en abril en 49,7 Kg/hab/año».