Los índices de precios al consumidor de agosto que por estos días se van dando a conocer en los países de América del Sur relativizan la supuesta «inflación mundial» con la que se intenta explicar la suba de los precios en la Argentina que, salvo el caso de Venezuela, no guardan relación con la del resto de la región.
Un caso paradigmático es el de Bolivia, el país con menor inflación de Sudamérica, desplazando en los últimos meses a Ecuador, que por muchos años mantuvo ese galardón. El informe del Instituto Nacional de Estadística del país del Altiplano mostró un alza de precios mensual de 0,04%, con un incremento en los primeros ocho meses de 2022 del 1,62% y una inflación interanual del 1,55%, inferior a la acumulada en lo que va del año a raíz de la deflación en los últimos meses de 2021.
La brecha entre las inflaciones de Bolivia y la Argentina no hace más que expandirse, a la medida que los índices del país vecino se mantienen estables y los números del INDEC no hacen más que reflejar una constante aceleración.
A la espera de la difusión de la inflación argentina el próximo miércoles 14 de septiembre, las estimaciones de las consultoras permitirían anticipar un incremento mensual del 6,3% al 7%, con una tasa interanual acercándose al 80%.
En el mejor de los casos, la inflación del mes pasado fue en la Argentina 157 veces mayor a la de Bolivia, que en doce meses tuvo un alza de precios equivalente a la que en nuestro país se experimenta en una semana.
El aumento de 0,04% del IPC boliviano registrado en agosto se explica, principalmente, por la variación positiva de los precios en las divisiones de Educación (0,42%); Muebles, bienes y servicios domésticos (0,40%); Bebidas alcohólicas y tabaco (0,40%); Alimentos y bebidas no alcohólicas (0,18%); Vivienda y servicios básicos (0,16%); Alimentos y bebidas consumidas fuera del hogar (0,12%) y Bienes y servicios diversos (0,04%).
Cinco divisiones cerraron el mes con bajas respecto de los niveles de julio: Prendas de vestir y calzados (-0,02%), Comunicaciones (-0,07%), Recreación y cultura (-0,07%), Salud (-0,19%) y Transporte (-0,82%)
En el país vecino, los bienes y servicios con mayor incidencia positiva en agosto fueron: papa (13,16%), carne de pollo (1,40%), cebolla (4,15%), detergente para lavar ropa (2,21%), transporte en taxi (1,05%) y detergentes para lavar vidrio (5,10%).
Por el contrario, los productos con mayor incidencia negativa fueron: tomate (-14,44%), transporte interdepartamental en ómnibus/flota (-19,92%), televisor (-1,46%), plátano/guineo/banano (-1,64%), arveja verde (.2,52%) y lechuga (-4,05).