Buenos Aires, sep 2 (ANP) – El término preciso es Tipo de Cambio Real Multilateral (TCRM) y es lo que verdaderamente importa para el intercambio comercial. En las últimas presentaciones públicas que hizo el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, señaló que ese indicador muestra que no es necesario devaluar el peso para mejorar el comercio. Según datos de la entidad monetaria, desde que comenzó el año el TCRM se apreció 3,7%, en tanto que respecto de julio del 2019 está devaluado 8,4%. 

Los números del Central indican que la moneda argentina, en una comparación interanual, es más competitiva con la de 12 de los 13 países o bloques con los cuales más comercia el país. El problema es que esa única moneda con la cual el peso está apreciado es el Real de Brasil, que es el destino del 30% de las exportaciones industriales.

De acuerdo con datos del Banco Central a julio el Peso está apreciado el 14,6% respecto del Real en términos interanuales. Pero en lo que va del año está fortalecido un 20%. Se genera así una seria dificultad si el gobierno plantea una salida “exportadora” para las pequeñas y medianas industrias. Las pymes argentinas tienen como principal mercado a la máxima economía del Mercosur, donde pueden entrar con arancel cero y les permite un margen de competitividad frente a competencia de terceros países. Gran parte de la oferta industrial exportable de este grupo de pymes se concentra en bienes intermedios e insumos para otras industrias. 

Empresarios y analistas vinculados al comercio exterior ya entrevén que este es un serio limitante para la recuperación de la industria, a pesar de que Brasil pueda experimentar en los próximos meses una recuperación de su actividad, y por ende, de su demanda. Miguel Ponce, titular del Centro de Estudios para el Comercio Exterior del Siglo XXI, explicó que el gobierno debería activar el acuerdo que hay a nivel del Mercosur para el intercambio en monedas locales.

“El importador en Argentina paga en pesos y el importador de Brasil paga en reales.Luego a fin de año los Bancos Centrales de ambos países netean las diferencias y se intercambian los dólares resultantes”, explicó Ponce. El mecanismo se denomina Sistema en Moneda Local (SML) y está vigente en el Mercosur desde hace un par de décadas aunque no tiene uso difundido. Se pensó como un mecanismo para ir ordenando el terreno para en un futuro indeterminado lograr una moneda única. Según señaló Ponce, el sistema se podría aplicar inclusive con el swap de moneda con China. 

El Tipo de Cambio Real Multilateral, en esencia, no se maneja por las expectativas de los mercados financieros. El indicador es un promedio ponderado de los tipos de cambio de las monedas de los 13 países con los cuales el país tiene mayor intercambio comercial. Una de esas monedas es el dólar. En la definición técnica del BCRA “mide el precio relativo de los bienes y servicios de la economía argentina en función del flujo de comercio de manufacturas”.

La actual serie histórica toma como base el poder de compra del peso del 17 de diciembre del 2015. Respecto de ese momento, el TCRM se devaluó 18,4% , que es casi lo mismo que se retrasó el peso respecto del dólar en un año. En julio pasado, la moneda argentina ya estaba devaluada 18,5% respecto de la divisa estadounidense. De modo que si existen presiones devaluatorias tiene que ver más con las expectativas financieras. De acuerdo con datos del BCRA, el peso está devaluado tecnicamente apenas 0,9% desde que comenzó el 2020. Lo que indica que hay un proceso de retraso del tipo de cambio.

Aunque parezca extraño, el TCRM del peso con relación al yuan de China está deprimido en 4,5% desde que arrancó el 2020. China pasó a ser el principal socio comercial de la Argentina.

No es de extrañar que la Balanza Comercial Bilateral con Brasil sea deficitaria hace 4 meses. El tipo de cambio real contra ese país es desfavorable. De modo que durante cuatro meses seguidos registra saldo en rojo.

El saldo comercial para Argentina arrojó un déficit en agosto —por cuarto mes consecutivo— de US$ 107 millones en agosto, descendiendo un 27,2% en términos mensuales. En la comparación con agosto de 2019, se observa un crecimiento de 154,8%, cuando se verificó un déficit de US$ 42 millones. En este sentido, las exportaciones argentinas hacia Brasil retrocedieron un 25% interanual en agosto, al sumar US$ 619 millones, mientras que las importaciones desde aquel destino lo hicieron a un ritmo menor, que alcanzó el 16,3% i.a. y totalizaron US$ 726 millones, de acuerdo a los datos publicados por el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio Exterior de Brasil.