BUENOS AIRES, ABR 29 (ANP) .- Entre los aspectos de este hipotético manual podemos destacar por lo menos cuatro que tienen relación con la gestión de Axel Kicillof como ministro de Economía entre el 2013 y el 2015, con su actual gestión como gobernador de la provincia de Buenos Aires y también como uno de los orientadores de la actual política económica del Gobierno.

1 – Controlar los precios economía e intervenir las estadísticas en caso de ser necesario. En este aspecto hay que considerar que Kicillof descree que la inflación es un problema de emisión monetaria sin respaldo.

Desde varios sectores empresarios señalan a Kicillof como el impulsor de los nuevos controles de precios de bienes y a las exportaciones que llevan a cabo la secretaría de Comercio, Paula Español, su segunda Laura Goldberg y el ministro de Agricultura Luis Basterra.

Kicillof fue el impulsor del programa Precios Cuidados que se puso en funcionamiento el 7 de abril del 2014 cuando era ministro de Economía de Cristina Fernández de Kirchner. Fue también quien en diciembre de 2013 dio la orden de dejar de publicar los datos de pobreza e indigencia del Indec.

También siguió la línea de Guillermo Moreno al modificar el cálculo del índice de precios al consumidor IPC desde el 2014 cuando llegó al ministerio de Economía. Con respecto a este tema habrá que estar atentos por las críticas de algunos sectores del kirchnerismo a la reciente medición del IPC de marzo y a los cuestionamientos a la gestión del Director del Indec Marco Lavagna que responde al presidente de la Cámara de Diputados Sergio Masa.

Por otra parte el ministro Martin Guzmán manifestó recientemente que “los economistas generaron una irreal expectativa inflacionaria con sus alocadas proyecciones” al referirse al cálculo de la inflación de marzo que el Indec la calculo en un 4,8 % mensual una cifra por debajo de las proyecciones de las consultoras.

2 – Retrasar el tipo de cambio oficial para que la suba no impacte en los precios de los bienes. Este es un grave error de concepto al no considerar que los precios se ajustan al dólar que rige la mayoría de las transacciones de los agentes económicos y que hoy son los dólares alternativos cuya brecha con el oficial volvió a superar el 70 %.

Al respecto el economista Salvador Distefano explica que “el Gobierno busca retirar pesos del mercado vía mayor cantidad de impuestos, pero la mayor emisión monetaria “empuja a la suba a los dólares alternativos y de la brecha cambiaria.

Esto ya ocurrió entre el 2011 y 2015, durante esos años tuvimos déficit fiscal, la inflación se ubicaba en torno del 25% anual. ”Toda emisión sin respaldo nos va a generar dos problemas, por un lado, más inflación y, por otro, un incremento en la brecha entre los dólares alternativos (Dólar Bolsa, Contado Con Liqui o Blue) y el dólar oficial y hoy luego de un tiempo de calma los dólares alternativos estarán claramente a la suba” dice Distefano.

3 – Aumentar el gasto en subsidios estatales para frenar aumentos de tarifas luz y gas. El manual también explica que un mayor gasto público genera más actividad económica, y que la emisión para financiarlo no es un problema y menos en pandemia.

Por lo pronto, la decisión del gobernador de Buenos Aires fue anunciar una suba del 7% anual para la tarifa final de electricidad en la provincia para los usuarios que no son Edenor y Edesur. Para definir los aumentos de luz en el área metropolitana (AMBA) todavía falta pero al parecer no subirán más del 7 % este año.

En medio de estos debates Kicillof mantiene en tensión al equipo económico. Es probable que las tarifas a nivel nacional se mantengan congeladas hasta después de las elecciones. El gobierno deberá revertir el severo atraso de las tarifas públicas para los sectores de altos ingresos, para poder comenzar a reducir el abultado déficit fiscal, vía la disminución de los denominados subsidios en el orden interno. Lo que no considera el manual es la suba en el precio de los combustibles que desde que asumió este Gobierno aumentó un 50 %.

4 – No pagar deuda a ningún acreedor ni a bonistas, ni al FMI ni al Club de París. El viernes pasado la Provincia de Buenos Aires que gobierna Kicillof volvió a extender la fecha de aceptación de la oferta de canje para reestructurar su deuda en dólares, por decimoquinta vez en un año, hasta el 7 de mayo.

Los miembros del Comité Directivo del Grupo Ad Hoc de Tenedores de Bonos de Buenos Aires están preocupados por la falta de progreso del gobierno con la negociación. Este grupo que presentó reclamos el 22 de marzo de 2021 en el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York sigue en busca de una sentencia contra la Provincia con respecto a la continuación del incumplimiento en los pagos programados de intereses y capital de acuerdo con once series de Bonos.

En el mercado financiero no descartan que frente a la pandemia Kicillof intente mantener un default similar al del 30 de julio de 2014 cuando se negó definitivamente a acordar con los acreedores de la Argentina.

También en el actual contexto, y de acuerdo a fuentes cercanas a su entorno, Kicillof está a favor de no pagar la deuda con el FMI y con el Club de París hasta que no termine la pandemia. La “postura” del actual gobierno del Presidente Alberto Fernández es minimizar a lo largo de su mandato todos los pagos de deuda externa en dólares y financiar las necesidades del Tesoro con el BCRA y colocando deuda en pesos en el mercado local.

Otro de los ejemplos del manual que cita Distefano es utilizar bonos del estado en lugar de vender dólares para controlar el precio de los dólares alternativos. “El problema es que por la caída en el precio de los bonos nos devuelven una tasa de retorno muy elevada, que empuja a la suba de la tasa de riesgo país. Los bonos soberanos rinden entre el 18% y 21% anual en dólares, una tasa que no invita a la inversión en nuestro país” manifesta el economista.

Por NP