BUENOS AIRES (ANP).- Por fin llegó el día tan esperado por los fanáticos del clásico argentino de ciencia ficción, El Eternauta, la más influyente obra autóctona del género, creada en 1957 por el guionista Héctor Oesterheld y el dibujante Francisco Solano López, ahora convertida en una producción de Netflix y con Ricardo Darín como protagonista.
La plataforma estrenó hoy la primera adaptación audiovisual de la afamada historieta, un ambicioso proyecto que debió esperar casi tres décadas para concretarse. La historia plantea una invasión alienígena y un mundo apocalíptico situado en una Buenos Aires irreconocible, arrasada por una tormenta de nieve tóxica que mata a miles y deja a los que quedan inmersos en una pesadilla en la que solo queda luchar por la supervivencia con lo que encuentren a mano.
Aquí no hay ex marines ni «Rambos» de la vida, como suele suceder en las producciones extranjeras, sino vecinos comunes y corrientes que lo más loco que hacen es reunirse una vez por semana a jugar al truco, una escena de la vida cotidiana para Juan Salvo (Ricardo Darín) y su grupo de amigos que será la última del estilo de vida que conocen.
Movido por la desesperación por encontrar a su hija en medio de ese caos, Juan se lanzará con un traje fabricado con elementos caseros a explorar esa ciudad ahora siniestra, e irá enfrentando terribles enemigos a lo largo de seis episodios en los que también se plantean paralelismos con eso que ya conocemos: la resistencia, los colaboracionistas, y un ente superior o grupo de poder que busca someter y controlar los pensamientos y acciones de las masas.
El elenco que acompaña a Darín se completa con Carla Peterson y Mora Fisz como la exesposa y la hija del protagonista, además de los amigos, César Troncoso, Ariel Staltari y Marcelo Subiotto. También actúan Andrea Pietra y Orianna Cárdenas. Todos ellos tienen el honor de haberle puesto el cuerpo a un proyecto que iba a lanzarse en 1998 de la mano del director Adolfo Aristarian y diez años después con la cineasta Lucrecia Martel. Todo eso quedó en el intento hasta que en 2020 comenzó a rondar por los pasillos de Netflix la idea de por fin llevarlo a cabo.
El gran aplauso aquí es para la producción, que es absolutamente intachable, si bien una fotografía algo superior hubiera sido un agregado importante. De todas formas, el producto alcanza las expectativas, con una musicalización adecuada y con buenas actuaciones, salvo algún que otro personaje secundario que no suena tan convincente. En cuanto a Darín, se desatará la polémica de siempre: para algunos, el mejor actor de este país, para otros, solo un intérprete correcto pero sin grandes matices al que le sienta mejor la comedia que el drama.
Lo negativo de la propuesta es el inevitable envejecimiento de la trama. Lo discursivo y el mensaje político de El Eternauta lamentablemente no pudieron del todo con el paso del tiempo y el argumento quedó algo vetusto, con un peso inferior al que tenía a fines de la década de 1950, pero que se compensa con una narrativa entretenida y momentos de acción que valen la pena ver.