La cuestión es que para los importadores las últimas traban que sufrieron para ingresar al Mercado Unico y Libre de Cambios es solo una señal de que al Banco Central se le acabaron los dólares. No se trata de ningún error del sistema de la AFIP al momento de calcular el Coeficiente Económico Financiero (CEF).


Un importador le comentó a Nuevas Palabras por qué no se trata de un error. Se dio el caso de empresas que venían con un permiso para comprar hasta 20 millones de dólares, y de pronto, pasaron a tener un cupo de solo 3000 dólares. 

El procedimiento del CEF le permite a la empresa, en caso de disconformidad, pedir una vez por mes que la AFIP vuelva a hacer el cálculo. Muchas de las empresas que sufrieron la baja pidieron ese recálculo y lograron que les devolvieran el cupo, pero a las 24 horas se lo habían bajado de nuevo.

Un directivo de una cámara empresaria comentó  que ese procedimiento indica que no hay errores en el sistema sino que la AFIP está «manipulandolo» para bloquear importaciones.

La realidad es que los empresarios ligados al comercio exterior entienden que todo eso se debe a que el BCRA ya carece dólares suficientes para mantener el ritmo de importación de insumos. Pero el anuncio formal de un cierre total de importaciones podría ser catastrófico.

Las únicas veces en la historia en la que se registraron hiperinflaciones en Argentina fue cuando los operadores económicos detectaron que el BCRA se quedaba sin billetes. Por ello, reconocer ese escenario de manera formal es muy riesgoso. 

Dentro de ese escenario de resignación, las empresas entienden que es coyuntural. Va a tratar de soportar la «sequía» de billetes hasta marzo cuando empiecen a caer las divisas de la cosecha. Sería un panorama de desolación de poco mas de un mes.

Algunas están ajustando ya sus stocks. No descartan que haya amparos ante la Justicia, pero la realidad es incontrastable. No se puede vender lo que no hay.

No hay prioridades en esto. Las trabas llegan tanto a insumos finales como a bienes terminados. Eso podría anticipar un enero en el que la actividad económica quede resentida.

Carlos Lamiral

Por NP