BUENOS AIRES, FEB 9 (ANP).- El 81% de los conductores argentinos estaría dispuesto a no circular en su propio auto a determinadas horas para reducir la contaminación, según los datos del Índice Kapsch TrafficCom 2020,

Como alternativas de transporte, el 80% se muestra a favor de iniciativas como los carriles VAO (vehículos de alta ocupación), el 92% del uso de autos eléctricos mientras que el 85% está a favor de compartir bicicletas.

Expertos en movilidad vial recomiendan aprovechar la menor movilidad generada por el COVID-19, para implementar acciones específicas que permitan mejorar el tráfico y la calidad del aire.

 “Durante la pandemia, las secretarías de movilidad de las grandes ciudades del mundo tuvieron que reaccionar rápidamente para crear más espacio destinado a peatones y ciclistas”, dice Carlos Wiedmaier Vicepresidente de Solution Consulting de Kapsch TrafficCom para América Latina.

Wiedmaier aseguró que, “la crisis del coronavirus visibilizó los efectos negativos del transporte en la contaminación. Las mejoras de la calidad del aire llegaron durante el confinamiento, sin embargo, con la disminución de las restricciones, éstas se están disipando. La pandemia nos ha abierto la oportunidad de reconsiderar las estrategias de movilidad. Es necesaria una gestión holística para lograr sistemas de transporte más eficientes, resilientes y sostenibles”. 

Movilidad en tiempo real en Buenos Aires

Buenos Aires ya está dando pasos en este sentido, mediante el análisis de la movilidad real para mejorar y agilizar el tráfico urbano. El Sistema de Gestión Integral de la Movilidad (SGIM) desarrollado por Kapsch, está basado en la obtención y tratamiento de datos en tiempo real, a través del estudio de la demanda de los distintos modos de movilidad que hay en la ciudad -vehículos, bicicletas y transporte público.

La solución EcoTrafiX de Kapsch, implantada para el SGIM de Buenos Aires, analiza la información que proviene de múltiples fuentes de datos, desde estaciones de conteo de vehículos tradicionales a otras más avanzadas, basadas en analítica de imágenes en tiempo real, con cámaras y sofisticados algoritmos de cálculo para el conteo, junto con campañas específicas, informaciones de gestores de flotas, información de la policía de la ciudad, etc. Con la fusión de todos estos datos, se obtiene información útil para el análisis comparativo en tiempo real del comportamiento de la movilidad y su planificación futura, lo que permite detectar anomalías e incidencias.

En palabras Wiedmaier, “gracias a este proyecto la Ciudad puede hacer una mejor planificación para desarrollar la movilidad multimodal, priorizando el transporte público, al tiempo que favorece su apuesta por la accesibilidad, la mejora de la seguridad peatonal y el desarrollo e impulso de la bicicleta. Como consecuencia, la Ciudad de Buenos Aires está más preparada para poner en práctica soluciones para reducir la congestión y con ello mejorar el cuidado del medio ambiente, reduciendo la contaminación”.

Por NP