BUENOS AIRES, Oct 22 (ANP).- Por supuesto que no van a faltar los berrinches de los memoriosos que se molestarán por esas diferencias inevitables que impone el tiempo. Quizás el tinte del pelo varíe, los ojos serán más verdosos que celestes, los pantaloncitos no se verán como a fines de los 80. Pero en esencia, Chucky nunca va a cambiar. Sigue y seguirá siendo el mismo asesino burlón de siempre, atrapado en la pequeña anatomía de un muñeco pelirrojo.
Basada en la exitosa franquicia cinematográfica y escrita y producida por su creador, Don Mancini, la serie ya estrenada por Syfy y USA Network llegará por fin a Latinoamérica el próximo 27 de octubre, cuando se estrene en exclusiva por Star+.
En el cine, Chucky ha tenido sus grandes momentos, sobre todo en la primera película, y momentos tan bizarros que uno casi hubiera incendiado el cine de no ser por el fanatismo y el cariño enfermizo que nos despierta este muñeco de lo peor, poseído por el alma del asesino en serie Charles Lee Ray (estelarizado por el grandioso Brad Dourif).
La primera emisión tendrá un episodio doble, y luego habrá que esperar a cada miércoles para saber cómo seguirá la ajetreada vida de este pequeño malvado. Hay tela para cortar de sobra: veremos quién será su víctima predilecta para reencarnar, los recuerdos del alma oscura que anida en él, y sobre todo el romance con su horrible novia, que a su turno, también se tornará en una muñeca muy pero muy mala.
Lo bueno de esta propuesta es que Dourif sigue poniendo su inolvidable voz al servicio de Chucky y que Jennifer Tilly hace lo propio con la novia cómplice, la odiosa Tiffany Valentine. Y otro dato que vale agregar es que uno de los personajes principales, Nica Pierce, es interpretado por la hija de Dourif, Fiona Dourif.
Para los que ya están mareados con las ideas y vueltas de este andariego villano, hay que decir que el relato comienza donde quedó la última película, Cult of Chucky. Ahora es el adolescente Jake Wheeler (Zackary Arthur), un chico homosexual con problemas para ser aceptado, quien tendrá la mala fortuna de comprar el muñeco en una venta de garaje. De ahí en más, hay que esperar todo tipo de trapisondas sangrientas, de esas en las que Chucky es experto.