Los consumidores pagaron en marzo por los agroalimentos 3,7 veces más que lo que recibió el productor, con el aso extremo de la cebolla, en la que la brecha se elevó a 15,9 veces, de acuerdo con el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) dado a conocer hoy por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).
«El ‘efecto sequía’ comenzó a sentirse en la mesa diaria de los consumidores argentinos», señaló la entidad, en alusión al incremento de la diferencia del precio del campo a la góndola, que el febrero había sido de 3,1 veces.
En promedio, la participación del productor explicó el 28,3% de los precios de venta final. La mayor participación la tuvieron los productores de pollo (67,4%), mientras que la menor fue para los de cebolla (6,3%).
Los precios de las 19 frutas y hortalizas que integran la canasta IPOD se multiplicaron por 5,9 veces en marzo, un 51,2% más con respecto a febrero 2023, incremento explicado, en gran parte, por productos como la lechuga, el tomate redondo, el pimiento, el brócoli y la acelga.
Por los 5 productos y subproductos ganaderos que componen la canasta IPOD, el consumidor abonó 2,9 veces más de lo que recibió el productor, al igual que el mes anterior.
La cebolla (15,9 veces), el limón (14,6), la calabaza (10,6), la naranja (6,5) y la mandarina (6,1), fueron los 5 productos que presentaron mayor diferencia entre los precios de origen y destino.
En el caso de la cebolla, CAME explicó que «fue el producto con mayor brecha entre el productor y el consumidor», con bajas en ambos extremos de la cadena, del 84% para el productor y 18% para el consumidor.
«Los productores consultados informaron que en origen la caída respondió a la disminución de la exportación a Brasil —por aumento del costo administrativo correspondiente a la documentación para exportar—, a lo que se suma una caída de demanda de la variedad ‘Valencianita’ frente a la ‘Calabresa'», indicó la entidad presidida por Alfredo González.
La calabaza también se observó una disminución de precios tanto en origen (-68%), por una baja de demanda —la “Cabutia” se pide más que la “Coquena”—, como en destino (-13%).
Con respecto a los cítricos, el limón registró una baja mensual del 61% en los precios al productor, explicada por el exceso de oferta, mientras que en góndola la disminución fue tan sólo del 1%.
Entre los productos que presentaron menor diferencia entre el precio que recibió el productor y el que pagó el consumidor, se encuentran 2 de origen animal y 3 hortícolas.
En el caso del pollo (1,5 vez), producto con la brecha más baja del mes, y el huevo (1,9), por lo general tienen sistemas de producción integrados, lo que significa que todos los actores de sus respectivas cadenas de valor son parte del riesgo del negocio. Mientras los huevos se incrementaron 33,7% en origen y 31% en destino, los precios del pollo subieron 27,7% al productor y 21% al consumidor.
En relación a los productos de la canasta frutihortícola, seriamente dañados —en su mayoría— por la incidencia de las altas y prolongadas temperaturas en las principales provincias productoras, mientras que el tomate redondo y la lechuga —en provincias como Santa Fe, dañada también por la presencia de trips— aumentaron sus precios al productor (32,3% y 15,5%, respectivamente) y al consumidor (30% y 26%), en el pimiento rojo se observó una disminución del 53% en origen y 4% en destino.