La asunción de un dirigente a un cargo relevante siempre da lugar al repaso del archivo, para conocer la procedencia de la nueva figura, así como los antecedentes profesionales que avalen su designación.
Silvina Batakis no fue la excepción y desde que se confirmó que iba a ser la reemplazante de Martín Guzmán, el periodismo en general se abocó a revisar su trayectoria. Más allá de sus estudios universitarios, lo relevante del CV de Batakis se centra en una carrera iniciada hace tres décadas en la administración pública de la provincia de Buenos Aires. Allí desarrolló sus principales actividades entre 1992 y 2015, hasta saltar al gobierno nacional en 2019, como secretaria de Provincias del Ministerio del Interior.
No hace falta ser demasiado astuto para corroborar que toda su carrera como funcionaria se desplegó dentro de administraciones justicialistas. Pero quienes no se conforman con los datos digeridos y van más allá pueden hallar información que sorprendería a más de uno.
Miguel Ponce es un histórico dirigente de la Unión Cívica Radical y conocedor como pocos de la vida interna del partido de Alem e Yrigoyen.
Revisando entre viejos papeles, encontró una boleta para renovar la Comisión Directiva del Centro de Estudiantes de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata. Una boleta que no correspondía a ninguna agrupación peronista ni afín al PJ sino a la inconfundiblemente radical Franja Morada.
El nombre de Silvina Batakis figura como tercera candidata a vocal titular.
«Seguimos poniendo ministros… je», acotó Ponce en la publicación del hallazgo en su cuenta de Twitter.
Lo de «seguimos» es una referencia a Martín Guzmán, otro candidato a vocal de una lista de «La Franja», en el convulsionado 2001.
Quizás quien bucee en el pasado de otros encuentre a Sergio Massa en la UCeDe, a Gildo Insfrán en el PCR, a los hermanos Rodríguez Saa en el Partido Demócrata Liberal de San Luis o a Alberto Fernández en el Movimiento Nacionalista Constitucional. O quizás también se encuentre con una frase de Borges que aseguraba que «un peronista es alguien que dice ser peronista para conseguir sus objetivos».