BUENOS AIRES (ANP).- Conforme se aproxima la fecha fijada para el inicio del Cónclave en el que se nombrará a un nuevo papa, se hace cada vez más evidente la fuerte polarización que caracteriza la elección del sucesor de Jorge Bergolio como sumo pontífice católico. Faltando cuatro días para que comience el proceso, los cardenales admiten que posiblemente necesiten más tiempo para tomar una decisión.

Tras un encuentro esta mañana en Roma, los cardenales que participarán en las deliberaciones así lo admitieron ante la prensa. El francés Jean-Paul Vesco lo resumió ante los periodistas: «aún no estamos listos, necesitamos un poco más de tiempo para rezar juntos, todavía debemos descubrir quién ha sido elegido por el Señor», según información de la agencia EFE.

Sin embargo, la cuestión a dirimir está lejos de pasar por los designios de Dios. Los religiosos deben dilucidar si la Iglesia Católica debe profundizar las reformas que impulsó el papa Francisco durante su gestión o si se debe volver a las fuentes.

El cónclave comenzará el próximo miércoles en la Capilla Sixtina con la participación de 133 cardenales y si bien hay varios candidatos en danza, en los últimos días se escuchó con insistencia el nombre del arzobispo de Bolonia, Matteo Zuppi, un progresista cercano a las causas sociales y alineado con las prioridades del fallecido Francisco, según lo define un informe de CNN Español.

Pero el consenso hoy parece difícil de alcanzar ya que todos coinciden en que no hay una mayoría clara y que las posiciones son radicales de uno y otro lado. Así lo muestran las polémicas declaraciones del cardenal alemán Gerhard Müller, quien sostuvo que con la muerte de Bergoglio «se cerró un capítulo» y que ahora es necesario revertir los cambios hechos durante su papado. Todavía más: pidió rezar para que no salga elegido «un Papa hereje».

«Se ha acabado un capítulo en la historia de la Iglesia. Claramente el último juicio corresponde a Dios, no podemos juzgar a las personas. Pero si hablamos de su pontificado, hay opiniones distintas», declaró el religioso en duros términos en diálogo con La Repubblica.

Hasta el miércoles el Vaticano seguirá siendo escenario de un intensa aunque silenciosa lucha de poder entre los reformistas que quieren seguir los pasos de Francisco y los conservadores que también piensan que el último papado estuvo lleno de errores. Las negociaciones ya están en marcha y si llegado el cónclave ninguno de los candidatos reúne dos tercios de los votos, se procederá a elegir entre los dos más votados.

Por NP