BUENOS AIRES (ANP).- En sus primeros cien días de gobierno, el presidente Donald Trump puso fin a la era de globalización con China y firmó un acuerdo con Ucrania para explotar las “tierras raras”, lo que representa un compromiso de Estados Unidos con Kiev para lograr un país libre y soberano.
Aunque el pacto no es una garantía de seguridad como pedía el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, tras tres años de conflicto bélico con Moscú, deja abierta la posibilidad para que la Casa Blanca continué suministrando armas e inteligencia a Kiev en el marco de un plan de paz con apoyo europeo.
Tampoco reconoce la deuda de Ucrania con Estados Unidos, debido a la ayuda militar y financiera concedida durante el mandato del ex presidente demócrata Joe Biden (2021-2025), cláusula que Trump quería incluir en las negociaciones.
A pesar de su promesa de poner fin a la guerra en 24 horas, tras tomar posesión de la presidencia el pasado 20 de enero, el mandatario se mostró débil y arrogante para solucionar el conflicto entre el ex satélite soviético y Moscú. Todos saben, sin embargo, que el magnate es un hombre imprevisible.
Si hubiera que elegir una imagen de esta primera etapa de gobierno, probablemente sería el encuentro de quince minutos que mantuvo Trump con Zelenski en la Basílica de San Pedro, hablando uno frente a otro durante el funeral del papa Francisco.
Tras firmar el acuerdo por los minerales raros, indispensables para la industria espacial de la Casa Blanca, el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, dijo el miércoles que la administración republicana está “comprometida con un proceso de paz centrado en una Ucrania libre, soberana y próspera”.
Para Ucrania, por su parte, el pacto con Washington preserva el camino hacia la “integración europea”.
Por ahora, en materia económica, Trump no obtuvo buenos resultados. El plan de “Make american greate again (MAGA)” -hacer grande de nuevo a Estados Unidos- cambió las reglas arancelarias que imperaron durante décadas.
Pero cuando se esperaba un aumento del 0,4%, el PBI norteamericano cayó a un 0,3% entre enero y marzo, después de crecer 2,4% en los últimos tres meses de 2024, informó el Departamento de Comercio estadounidense.
La Casa Blanca atribuyó la baja del PBI a una reducción del gasto público, al aumento de las importaciones y a una desaceleración del consumo, mientras la popularidad de Trump alcanza solo al 41%, la más baja que cualquiera de sus predecesores en Washington, según las encuestas.
Para el analista Patricio Navia, profesor titular de estudios liberales en la Universidad de Nueva York, los primero cien días “han tenido consecuencias que van a redibujar el comercio internacional y la política”.
“Las medidas proteccionistas llegaron para quedarse. El conflicto comercial entre Estados Unidos y China va a permanecer en el tiempo. Esa disputa ya se veía venir, pero Trump la apresuró y la está abordando de una forma que debilita a Estados Unidos”, resaltó el politólogo.
En declaraciones a la agencia Nuevas Palabras, Navia dijo que “las consecuencias de las decisiones que ha tomado Trump nos acompañarán por mucho tiempo. Incluso si los republicanos pierden el poder en 2028, muchos de los cambios que ha impulsado se mantendrán”.
“La era de la globalización se ha interrumpido y ha comenzado un conflicto con China que tiene un final muy incierto. Estados Unidos ha perdido influencia en el mundo y ha tomado un camino en el que busca aislarse. Eso será costoso para la paz mundial, pero también para la economía y la sociedad estadounidense”, advirtió Navia.
Trump también se peleó con el mundo académico. A fines de abril, el presidente de la Universidad de Harvard, Alan Garber, rechazó la decisión del gobierno norteamericano de congelar millones de dólares en subvenciones federales.
En su informe anual, difundido el 28 de abril, la organización Amnistía Internacional (AI), con sede en Londres, advierte que hubo un aumento de la criminalización del activismo en Estados Unidos, sobre todo entre los estudiantes que defienden la causa palestina en la guerra de Gaza con Israel.
El informe de AI, señala también que un total de 3.100 estudiantes y representantes de las universidades fueron arrestados por la policía.
Washington deportó del país a miles de inmigrantes, sobre todo en la frontera sur con México, en algunos casos sin el debido proceso judicial, de acuerdo a informes de la BBC. Según AI, en 2024, la policía mató a 1.133 personas, de las cuales casi el 22 % de las víctimas eran de origen negro.
El 24 de abril, en su cuenta de Truth Social, Trump le pidió a Rusia tras un devastador ataque con drones y misiles sobre la capital ucraniana, que causó al menos 12 muertos y 60 heridos: “¡Vladimir (Putin), DETENTE! 5.000 soldados mueren cada semana. ¡Hagamos el acuerdo de paz ya!”.
De la misma manera, al evaluar esta primera etapa del gobierno republicano, habría que reclamarle al magnate neyorquino: “¡Donald, DETENTE!