BUENOS AIRES (ANP).- La decisión del gobierno de eliminar los aranceles de importación de teléfonos celulares y la reducción de impuestos internos a otros productos electrónicos conocida ayer sigue despertando reacciones dispares en los distintos actores involucrados, como es el caso de las plantas de fabricación en Tierra del Fuego.
Consultado sobre los pro y contras de la medida, Gustavo Sambucetti, director de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico, consideró que en principio el cambio es positivo, pero también señaló que existe un impacto en quienes venden los teléfonos.
En declaraciones a CNN Primera Mañana, el empresario afirmó que «este tipo de medidas impacta en quienes venden celulares, pero también implica a que a más conectividad más se desarrolla el mercado, por lo que a priori nos parece una buena medida», resumió.
En este sentido, sostuvo que «es un buen comienzo esta reducción, que incluye a los que se ensamblan acá, pero creemos que el costo impositivo argentino es muy alto. Por ejemplo, Ingresos Brutos es doblemente prejuicio porque tienen una doble retención que sube el costo.
Las pymes, que son la mayoría, de nuestros socios lo trasladan a costos», explicó.
Sin embargo, no todos opinan que se trate de una medida positiva. A pocas horas del anuncio, los trabajadores de las plantas de celulares de Tierra del Fuego comenzaron este mediodía un paro por tiempo indeterminado, según informó la Unión Obrera Metalúrgica de la sección Río Grande.
La huelga era previsible ya que la industria de teléfonos celulares y electrónica en la provincia más austral del país quedó en jaque con la caída de los aranceles, y fueron varios los dirigentes que indicaron que a partir de ahora será en extremo difícil producir estos productos en el país.
El primero en pronunciarse ayer ni bien se publicó la decisión fue el gobernador fueguino, Gustavo Melella, quien expresó en X la «profunda preocupación por el anuncio del gobierno nacional de eliminar los aranceles a la importación de celulares y reducir los impuestos internos sobre televisores y aires acondicionados, una medida que representa un golpe muy duro para la industria de Tierra del Fuego».
De acuerdo a una publicación de Tiempo Argentino, desde la consultora local Neodelfos advirtieron que la medida pone en riesgo más de 6.700 empleos directos y sus familias, ya que debilita la industria de la electrónica de Tierra del Fuego.