BUENOS AIRES (ANP). El economista y exministro de Economía Domingo Cavallo consideró hoy que el Gobierno postergará al menos hasta 2025 la salida del cepo, una de las principales promesas de campaña del presidente Javier Milei.
En comentarios publicados en su blog, el exfuncionario menemista delineó algunas conclusiones a partir del último informe del staff del Fondo Monetario Internacional sobre la economía del país. En este sentido, recomendó llevar a cabo una devaluación del tipo de cambio oficial hasta $1000, la cual posibilitaría una devaluación «compensada» si es combinada con una baja del impuesto PAIS.
En opinión del padre de la Convertibilidad, el equipo económico que lidera Luis Caputo no está mostrando verdadero apuro por levantar el cepo cambiario para el comercio debido al temor de que se produzca una disparada del dólar. En este sentido, Cavallo señaló que la tan anunciada intención de instaurar un sistema bimonetario, en el que convivan el peso y el dólar, tendría que esperar por lo menos hasta el año próximo.
En relación a las estimaciones oficiales de una incipiente recuperación, Cavallo comentó que ni el FMI ni los economistas profesionales ortodoxos y los inversores en bonos y acciones argentinos parecen compartir este optimismo del Gobierno, «aun cuando valoran y ponderan el ajuste fiscal que generó fuertes superávits en el primer semestre», por lo que esperan cambios importantes en las políticas cambiaria y monetaria, sostuvo.
El economista agregó que «la principal objeción a la simple continuidad de estas políticas radica en lo que se considera una apreciación real exagerada del Peso en el mercado oficial y en la escasa compra neta de reservas por parte del Banco Central que se espera a partir del mes de junio debido a la derivación del 20% de los ingresos de exportación al mercado CCL».
Para Cavallo, el cambio más simple que se sugiere de la lectura del informe del staff del FMI consiste en «eliminar esa derivación hacia el mercado CCL de ese 20% y compensar su efecto sobre el tipo de cambio efectivo de exportación, por un ajuste del tipo de cambio oficial de alrededor del 10%».
Eso significaría ubicarlo cercano a los $1000 por dólar y «si al mismo tiempo se redujera el impuesto país del 17,5 al 7,5 se podría evitar el impacto inflacionario del aumento del costo de las importaciones. Se trataría de una devaluación perfectamente compensada que permitiría al Banco Central comprar las reservas que hasta este cambio se derivaban al mercado CCL», sintetizó el exministro.