El intercambio comercial con Brasil tuvo en marzo el mayor déficit comercial para la Argentina de los últimos cinco años, con un saldo desfavorable de US$ 393 millones, en el que la sequía no tuvo un impacto determinante por no tratarse de uno de los principales destinos de las exportaciones agrícolas.
El informe de la consultora Abeceb, que indicó que el déficit «implicó un crecimiento del 73,8% en relación con igual mes del 2022», cuando el rojo bilateral había sido de US$ 226 millones.
«De esta manera, ya es el cuarto mes consecutivo en que se empeora el resultado comercial con Brasil», agregó, para señalar además que eso ocurre «en un contexto donde el BCRA se encuentra en una delicada situación en materia de reservas».
Las importaciones crecieron un 31,6% -por encima del +27,5% y el +8,9% de febrero y enero, respectivamente- y alcanzaron los US$ 1.578 millones el mes pasaod, la cantidad importada más alta desde abril de 2018.
Las exportaciones crecieron un 21,7% en marzo y alcanzaron los US$ 1.184 millones. De esta manera, continuaron mostraron una importante aceleración en el ritmo de crecimiento. La buena performance se explica en mayor medida por el desempeño del sector automotor.
El déficit comercial bilateral acumulado en los primeros tres meses del año llegó a US$ 973 millones, contra un rojo de US$ 616 en el igual período de 2022 y hay que remontarse hasta el primer trimestre de 2018 para encontrar un desbalance comercial mayor, cuando fue de US$ 2.041 millones.
Para adelante, Abeceb espera que «el BCRA continúe enfrentando un mercado de cambios sumamente ajustado, con una pérdida de exportaciones que podría llegar a US$ 20.000 M por la sequía, y un gobierno que resistirá a toda costa hacer una devaluación importante».
«Así, la única variable de ajuste para descomprimir la presión cambiaria es ajustar las importaciones, algo que ya ha venido haciendo en los últimos meses», pronosticó.
En este contexto, la consultora espera que «las importaciones desde Brasil continúen moviéndose a un ritmo menor que el del año pasado -como lo hizo en el primer trimestre-, mientras que las exportaciones se mantendrían relativamente estables -dado el bajo peso del agro y la fuerte tracción que evidencia la industria automotriz-«.
«Además, habrá que seguir con atención el avance de la negociación con el Banco de Desarrollo de Brasil para el financiamiento de importaciones a través del Banco Nación; algo que, de implementarse, podría traer cierto alivio a la demanda de dólares», finalizó.