BUENOS AIRES, NOV 17 (ANP) – Brian Torchia, gerente de Finanzas Corporativas de la consultora Pgk, asegura que el acuerdo con el FMI no se va a firmar antes de marzo del 2022.

Si observamos el resultado de las elecciones, lo que se podría interpretar, son los siguientes ejes:

El primero es la percepción de un triunfo, desde el punto de vista político (más allá del resultado matemático) en lo que respecta al gobierno. Esto puede implicar que la interpretación del gobierno sea la de la confirmación del rumbo que ha iniciado desde punto de vista del armado y el accionar del gobierno desde las PASO en adelante. Y esto puede tener como implicancias una continuidad de la recuperación económica en el corto plazo apalancada, fundamentalmente, con acciones de incentivo a la demanda. Ante la ausencia de un financiamiento genuino y sólido en lo que hace al mercado local (producto de todas las complejidades por las cuales están transitando actualmente) hace que se empiecen a reducir las herramientas, y que la herramienta por excelencia, con la cual puede contar el gobierno para llevar adelante este tipo de políticas es la de continuar con financiamiento del Banco Central hacia el Tesoro para sostener las acciones de incentivo a la demanda.

En este sentido, lo fundamental es poder hacer foco en la inflación, al margen de lo que es la recuperación económica. Y si pensamos en posibles resultados de este rumbo económico, la profundidad de los financiamientos del Banco Central al Tesoro en concordancia con los posibles acuerdos de precio que se han intentado realizar por distintos mecanismos, va a ser lo que determine una estabilización de la inercia inflacionaria o un potencial rebrote con una profundidad sujeta a las disrupciones que se puedan llegar a dar con estos aspectos.

El segundo eje, y un enfoque fundamental del resultado electoral, es el inequívoco Congreso equilibrado que surge a partir de allí, lo cual, en materia de toma de decisión para la realización de inversiones, un equilibrio de poder y un fortalecimiento de las instituciones en materia legislativa podría llegar a ser un factor que favorezca la toma de decisión en materia de inversiones.

Y el tercer eje, fundamental, es el anuncio de una aceleración de las negociaciones con el Fondo (FMI). En este sentido, lo que va a tener como punto central en lo que hace a impactos en la economía o en las distintas variables son dos aspectos. Uno es la reducción de la brecha con los tipos de cambio financieros, lo cual va a traer aparejado como accionar desde el gobierno, una factible aceleración de la devaluación sin observar un shock devaluatorio, que no parece ser lo más probable. Y el otro punto es la reducción del déficit, que es el punto más crítico, que va, seguramente, a exigir el Fondo Monetario. Y es el punto más crítico, justamente, porque es el que se contrapone con el perfil político del gobierno, y es el que puede atentar contra los objetivos de su base electoral.

En conclusión, los resultados en materia macroeconómicas van a depender de la coordinación de todos estos aspectos mencionados, con lo cual, las condiciones preliminares del acuerdo con el Fondo Monetario, que se van a exponer según las declaraciones del presidente Fernández, a inicios del mes próximo, van a otorgar un panorama clarificador respecto de las probabilidades de éxito que vaya a tener ese programa. Y luego, fundamentalmente, el acuerdo final que difícilmente sea antes del final del primer trimestre del 2022, va a ser la variable sobre la cual deberán alinearse el resto de los acuerdos, tanto políticos como económicos, que van a tener incidencia en el mediano plazo en todos los factores en materia de las variables fundamentales de la macroeconomía.

Brian Torchia, gerente de Finanzas Corporativas de Pgk Consultores, miembro de TGS Global.

Por NP