Buenos Aires, (ANP) – El desconocimiento de la arena política y de las técnicas legislativas llevan al gobierno de Javier Milei a empantanarse cada vez mas por errores propios, muchos de ellos groseros. El inicio de su gestión, hablando de espalda al Congreso donde su fuerza legislativa es casi nula, anticipaba problemas. Pareciera ser un terreno fangoso para los libertarios el de la política, al cual rechazan casi de manera ingenua.
La nueva macana que acaban de cometer puede terminar con que la Cámara de Diputados termine debatiendo el dictamen del kirchnerismo sobre la Ley Omnibus.
Y es que el dictamen de la mayoría de las comisiones que analizaron la propuesta del ejecutivo ya siguió el curso de todas las iniciativas que buscan convertirse en ley. Es decir, ya no está en facultad del PEN hacer cambios, salvo que retire la ley por completo, y empiece todo el trámite nuevamente. Si los legisladores de la Libertad Avanza decidieran retirar su dictamen ahora, entonces solo quedaría para tratar en primer lugar el de la oposición peronista y luego el de la Coalición Cívica.
Así lo explica la diputada Margarita Stolbizer: “Hoy el dictamen de mayoría, que es el dictamen del oficialismo con el acompañamiento de algunos otros bloques, es el dictamen de la Cámara de Diputados. Ya no le pertenece al Ejecutivo. Si todos los que firmaron ese dictamen retiraran ese dictamen, quedaría como segundo el que tiene más firmas que es el del FDT. La otra posibilidad es hacerlo en la sesión, pero es hacerlo con un nivel de desorden muy grande. Es un salto al vacío. La sesión será muy compleja. El tema de la técnica legislativa no es un tema menor.”
“Hasta el momento no hay ninguna convocatoria a la sesión del martes”, anticipó la legisladora del bloque que conduce Miguel Angel Pichetto.
Podría resultar absurdo que en su paquete legislativo que tiene las características de piedra basal de la nueva Argentina liberal que impulsa el oficialismo, fracase de tal modo, que se termine debatiendo sobre un proyecto de la oposición.
Stolbizer señaló: “Me pareció una vez más un error del gobierno cortar así abruptamente, más allá de las diferencias que puedo tener con los contenidos. Creo que ha habido desde el comienzo un error estratégico de cómo encarar algo que eran las necesidades primarias de un nuevo gobierno y que debió haberse hecho mandando 5 o 10 leyes para debatirlas y focalizar las prioridades del gobierno en aquellas herramientas del gobierno que se necesitan para enfrentar la crisis económica, social y financiera.