BUENOS AIRES (ANP).- “Misión Imposible: Sentencia Final” (MISF) tal vez no sea la última película de la zaga que inició con todo éxito en 1996 Tom Cruise, pero está claro que puede ser “el fin de un ciclo” en cuanto a personajes y la forma del relato.

La última entrega peca de grandilocuente, tanto en las escenas de acción, como en los diálogos. Desde el comienzo, vemos a un agente Ethan Hunt, como un renegado del mundo del espionaje en medio del caos en el que se sumergen las naciones siendo atacadas por una Inteligencia Artificial que, poco a poco, se va quedando con el manejo de los arsenales nucleares.

  A lo largo de la primera media hora veremos como “cada pequeña acción” que Ethan Hunt ha tomado desde 1996, lo conduce a “un destino final”, que es salvar al mundo de un poder superior.

Hay muchos “flash back” de las películas anteriores para que quede claro ese concepto, sobre todo, de la primera, dirigida por Brian de Palma, (para el que escribe esto, tal vez la mejor), y casi nada de la segunda, seguramente la más floja de no ser por la belleza de Thandie Newton (FOTO).

  Y si hasta acá tenemos “el destino manifiesto” de Ethan Hunt, cada uno de los diálogos se transforma en un acto solemne, que rompe cierta lógica de comedia que le brindaba “ligereza” a la zaga, entre las escenas de acción y misterio.

Es cierto que tienen cuatro días para evitar “la fin del mundo”, pero los primeros, y primerísimos planos, la música cargada de dramatismo, le da un toque de cierta “pesadez” a una película de 2:50 horas.

   Junto a esto, está el acto de “la redención”, porque casi todos los integrantes del equipo, sacando al bueno de Benji Dunn (interpretado por Simon Pegg) han sido criminales, en mayor o menor medida.

“Salvar a la humanidad”, pelear contra “los malos”, redime de sus “pecados” a todos los integrantes del equipo, incluso a la asesina París, que es sacada de la prisión, en una de las pocas acciones al viejo estilo de Misión Imposible.

También dos personajes de la primera película tendrán su “regreso” casi 30 años después, para demostrar que cada pequeña acción tiene valía, y que ahora la vida les da “una segunda oportunidad”.

Después, como en todas las películas de M.I. hay un despliegue visual como pocas películas de acción se han visto, desde persecuciones en aviones, hasta Tom Cruise saltando de un avión en marcha a un mar casi congelado, pasando por despegues y aterrizajes en un portaviones.

En todas ellas, Cruise demuestra porque pudo mantener en alto esta zaga, dejando en claro explícitamente que “pone el cuerpo” en cada escena de acción todas ellas muy bien filmadas.

Como siempre, Ethan Hunt salva al mundo, el tema de estas películas es el cómo, y en este caso, la gente se va contenta del cine, lo que no es poco.

 

Por NP