BUENOS AIRES (ANP) La inclusión financiera de los adolescentes cobró especial vigor en los últimos tiempos de la mano de las billeteras digitales al punto que la cantidad de personas de 14 a 19 años que no cuenta con instrumentos financieros cayó del 41% en 2022 al 9% en 2024.
Esa fue una de las principales conclusiones del informe «Los adolescentes y las finanzas. Conocimientos y hábitos en Argentina», realizado por Junior Achievement, la ONG que prepara a los jóvenes para la economía global, y el Centro de Evaluación de Políticas Basadas en la Evidencia (CEPE) de la Universidad Di Tella, con el apoyo de BBVA, presentaron los resultados de la segunda investigación «Los adolescentes y las finanzas. Conocimiento y hábitos en Argentina».
El informe, basado en la participación de 5.126 estudiantes de entre 14 y 19 años de todo el país, refleja transformaciones significativas en los hábitos financieros de los jóvenes, destaca avances en la inclusión financiera y el uso de billeteras digitales, y resalta los desafíos que aún persisten en materia de educación económica, en gran parte producto de la digitalización de las finanzas.
Uno de los datos más relevantes de esta nueva edición es la reducción en la proporción de adolescentes que no cuenta con instrumentos financieros: del 41% registrado en 2022, esta cifra cayó al 9% en 2024, lo que señala una importante democratización en el acceso.
Este avance está impulsado principalmente por la adopción masiva de billeteras digitales, cuya penetración pasó del 51% al 89% en solo dos años, incluso en adolescentes de nivel socioeconómico bajo, donde su penetración alcanza al 80%.
BBVA destacó que «este cambio de paradigma también se refleja en las preferencias de pago: el 50% de los encuestados elige medios digitales frente al 42% que sigue optando por efectivo, en claro contraste con los datos de 2022, cuando el efectivo predominaba con un 86%».
Sin embargo, este mayor acceso a herramientas financieras no significa mejores hábitos. Aunque el 78% de los adolescentes expresa una disposición positiva hacia el ahorro, solo el 49% logra sostener el hábito, mientras que 29% reconoce gastar sus ahorros antes de lo planificado.
En relación con el género, los varones muestran una mayor propensión al ahorro (57%) que las mujeres (42%), y esta tendencia se replica en las brechas observadas entre adolescentes de distintos niveles socioeconómicos, con una diferencia de 11 puntos porcentuales entre los niveles alto y bajo.
Asimismo, el acceso a productos financieros tampoco es sinónimo de mejor educación. Otro dato relevante es la clara demanda de los jóvenes: el 79% de considera necesario fortalecer la educación financiera en la escuela secundaria, sin diferencias significativas por nivel socioeconómico o de género. Esta necesidad cobra especial relevancia en un contexto en el que 1 de cada 4 jóvenes no conversa con nadie sobre sus planes financieros.
A su vez, el informe subraya el rol fundamental de los padres como la principal fuente de consulta sobre temas financieros, mencionados por el 78% de los adolescentes. Internet y los docentes ocupan el segundo y tercer lugar, respectivamente, al igual que en la primera edición del informe.