BUENOS AIRES (ANP).- Luego de la marcha en contra de las primeras medidas del presidente Javier Milei, la cúpula de la CGT se reunirá hoy para evaluar los próximos pasos que dará la central sindical tratando de mantener el equilibrio entre el nuevo protocolo de protestas y el riesgo de que avance el DNU en el Congreso y, con ello, desaparezcan ingresos claves para los gremios.
Durante la tarde del miércoles, luego de que el Gobierno presentara en el Congreso la ley ómnibus que complementa al polémico DNU, los jefes de la CGT no solo se encontraron con que la reforma laboral propuesta plantea un cambio radical sin ningún atenuante, sino que también con otra bomba: Armando Cavalieri, uno de los más poderosos sindicalistas de Argentina, aceptaría el nuevo sistema de indemnizaciones que impulsa Milei.
El punto clave en la decisión del titular del gremio mercantil fue la pelea por las cuotas solidarias, una importante fuente de ingresos para el sindicato, por las cuales se pacta en los convenios que todos los trabajadores, aún cuando no estén afiliados, deberán aportar a la caja sindical.
Según informó ayer la ministra de Capital Humano, Sandra Potovello, la decisión de Cavalieri está tomada y el gremio que representa adherirá al nuevo sistema de indemnización, si bien no mencionó lo que habló con el gremialista sobre las cuotas solidarias.
Aunque no está asegurada su asistencia, se espera que Cavalieri explique este mediodía en la reunión ante sus pares su estrategia, que choca de frente con lo expresado públicamente por la CGT, que aseguró no ceder ante la pérdida de derechos adquiridos por los trabajadores.
La fuerte jugada del Gobierno con su acercamiento a unos de los gremios más grandes del país ha obligado a replantear la idea dialoguista que primó en la CGT en el inicio de la gestión de Milei. Ahora, uno de sus principales dirigentes, Héctor Daer, adelantó que se está pensando en una medida contundente, que podría definirse hoy mismo.
Mientras tanto, desde los gremios estatales ATE y CTA todo está dado para ir a un paro general, tal como lo confirmó ayer el secretario general del primero, Rodolfo Aguiar, en declaraciones a CNN Radio. «La conflictividad está en ascenso y están dadas las condiciones para una huelga general», advirtió el sindicalista.
Según Aguiar, la propuesta del Gobierno «es el fraude laboral más grande de la historia del Estado», ya que dejará «a 7.000 familias en la calle», enfatizó.
En los próximos días, también la CTA y los grupos piqueteros definirán sus planes de lucha mientras se libra la verdadera batalla, que es establecer las alianzas en el Congreso para hacer caer el DNU. Por el momento, se aguarda la conformación de la comisión bicameral que deberá tomar una decisión sobre el decreto que, si obtiene luz verde, cambiará radicalmente las reglas de juego en Argentina.