BUENOS AIRES (ANP).- El equipo económico que conduce Sergio Massa salió a celebrar el anuncio de hoy del presidente Alberto Fernández sobre la ampliación del swap de monedas con China, que se utilizará para tranquilizar al mercado cambiario y para aliviar el problema de las importaciones.
El ministro utilizó su cuenta de X para destacar que el país pasará de U$S 5.000 millones a US$11.500 millones de libre disponibilidad del swap con China, algo fundamental «para acelerar el flujo de importaciones, fortalecer reservas, y para pagar vencimientos como hiciéramos con el FMI», apuntó.
En el mismo tono se pronunció el viceministro Gabriel Rubinstein, quien remarcó que los U$s 6.500 millones que se activarán ahora «se podrán usar para importaciones, pagos externos o intervención en CCL/MEP, que esperemos puedan bajar y alejarse de los valores de pánico recientes».
La noticia fue bien recibida entre los industriales, que están reportando severos inconvenientes para pagar los insumos que se compran a proveedores del exterior. Según un comunicado emitido ayer por la Unión Industrial, dicha deuda comercial ya alcanza los US$ 40.000 millones, un 50% más que en 2019.
Al respecto, el economista Miguel Ponce señaló hoy en una entrevista con el programa CNN Primera Mañana que el anuncio de la ampliación del swap chino debería empezar a traer algún tipo de normalización a la situación de las importaciones, ya que el país se encuentra en «un apagón aduanero tremebundo».
Ponce agregó que debido a las dificultades para acceder a los dólares para pagar las importaciones, «ya se están cortando cadenas de suministro importantes, como el cableado de cobre para la industria automotriz».
«Los proveedores están cortando el crédito porque están cansados de que les digan que le van a pagar la SIRA N°30 a 180 días y cuando llega ese tema les reprogramen o desaparezca la fecha. Ahora inclusive piden pago al contado en puerto de origen», explicó.
El economista también dijo que la economía real se encuentra bajo un nivel de estrés muy alto y que hoy todos los sectores productivos se están viendo afectados por las trabas. «La incertidumbre que se prolonga esperando el terremoto para el día 23 está alterando el conjunto de las expectativas económicas y políticas de Argentina», finalizó.