BUENOS AIRES (ANP) La actividad industrial registró en julio una caída interanual de 2.5%, de acuerdo con la información preliminar presentada hoy por la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), que señaló que ya se acumulan «tres meses en retroceso» y se anticipan nuevas caídas para los próximos meses.
El mes pasado, el mejor desempeño entre los sectores industriales lo volvió a mostrar la industria automotriz, con un nuevo aumento de las exportaciones luego de los conflictos gremiales que obstaculizaron la operatoria portuaria en junio.
Entre los minerales no metálicos, los despachos de cemento acumulan cuatro meses de caída, siguiendo la contracción de la actividad de la construcción. Al interior de la rama de las industrias metálicas básicas, la producción de aluminio no logró compensar la caída en la actividad siderúrgica primaria y de elaborados producto de conflicto gremial con la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
En cuanto a la rama de los alimentos y bebidas, la faena vacuna volvió a mostrar una marcada alza interanual junto con una alta participación de hembras. Por su parte, la producción de aceites continúa mostrando caídas a causa de la falta de insumos, mientras que las bebidas muestran retrocesos difundidos, acumulando un semestre de recorte de la producción.
Al interior de la metalmecánica se tiene mayor debilidad en la producción de maquinaria agrícola –acompañando la caída de patentamientos en el último semestre‐, junto con retrocesos de actividad en un mayor número de plantas del sector.
La industria acumula en los primeros siete meses del año un retroceso de 1% en la comparación con el mismo período del año pasado.
En lo que respecta a las previsiones para agosto, FIEL destacó que «en la previa a las elecciones PASO se habían reforzado las restricciones al acceso a las divisas ‐a partir de la reducción del indicador de Capacidad Económica Financiera (CEF) o la dilación en la aprobación de SIRA‐, sumando mayores trabas al desarrollo de la actividad productiva».
«La devaluación del tipo de cambio y el ajuste de tasas de interés en la post PASO, junto con las mayores restricciones a las operaciones con los dólares alternativos –MEP y CCL‐, coordinaron el freno en las ventas de insumos. Junto a lo anterior, un acelerado pasaje a precios recorta la mejora cambiaria real y profundiza el deterioro del poder de compra del púbico», completó.
A manera de síntesis, FIEL remarcó que «hacia julio, la industria acumulaba tres meses de caída en la comparación interanual y prolongaba el mal desempeño observado desde septiembre del año pasado».
«Los sectores líderes de la actividad recortaban su dinamismo y aporte al avance de la industria, al tiempo que se reducía la proporción de las manufacturas que registró crecimiento en el último trimestre. La actividad corregida por estacionalidad muestra una recesión poco profunda que se prolonga, sin que se tengan señales de una rápida reversión», agregó, para finalizar advirtiendo que «las mayores restricciones al acceso a las divisas para la importación de insumos y el impacto del salto cambiario, permite anticipar nuevos retrocesos de la actividad industrial en los meses por venir».