Buenos Aires, (ANP) – La demanda de pesos se encuentra en la actualidad en el nivel más bajo de por lo menos veinte años (período del que se cuentan con datos oficiales de Base Monetaria) y el gobierno «parece no haber tomado conciencia de que la pérdida de valor» de la moneda, sostuvo el director de la Fundación Libertad y Progreso, Aldo Abram.
Según los datos del Banco Central al 14 de abril la Base Monetaria total es de $ 5.147.953 millones, lo que representa un aumento del 40% respecto a un año atrás, lo que significa que a precios constantes cayó 30% interanual, en un ritmo de caída que «no se observaba desde las PASO de 2019», con un descenso interanual del 31%, indicó LyP.
«Además, el indicador anotó su tercer mes consecutivo en baja y se contrajo 12,8% desde diciembre pasado. Desde la salida de la Convertibilidad, el máximo valor de la base monetaria a precios constantes se alcanzó en enero de 2013; desde allí se redujo a menos de la mitad (cayó 59%), dando cuenta de un marcado deterioro de la preferencia de los argentinos por tener pesos», agregó la entidad.
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“El gobierno parece no haber tomado conciencia de que la pérdida de valor del peso se está acelerando porque, además de la merma que provoca el exceso de emisión, se está cayendo su demanda», planteó Abram, que añadió que «desde el año pasado se ve que la gente se cansó de que le saquen poder adquisitivo a sus pesos con impuesto inflacionario y empezó a bajar la cantidad que tiene, para que le quiten menos».
Al respecto, sostuvo que «lo malo es que esto acelera la caída de valor del peso y se vuelve un círculo vicioso que deben cortar inmediatamente. En el extremo, puede llevar a una hiperinflación”.
“Aunque eviten una espiralización, la mala noticia es que, donde primero se ve la pérdida de valor de una moneda, es en sus mercados cambiarios libres. Luego, cuando vas a comprar algo, el señor que te lo va a vender te va a pedir muchos más pesos; porque valen menos y lo que vos querés sigue valiendo lo mismo que antes. O sea, la depreciación de nuestra moneda que vemos en los “dólares paralelos” hoy, se reflejarán en los precios de bienes y servicios a lo largo de los próximos meses”, completó.
Por su parte, el economista jefe de LyP, Eugenio Marí, advirtió que «la corrida contra el peso que estamos viendo en estos días no es casual, sino que es parte de un largo proceso de malas decisiones de política fiscal y monetaria».
«La demanda de pesos viene cayendo, casi sin pausa, desde hace 36 meses (abril del 2020). Este es el proceso de huida del peso más prolongado y agudo desde la salida de la Convertibilidad. Lamentablemente, la política monetaria fue el principal combustible de esta evolución. Cuando se necesitaba una política de emisión austera, el BCRA fue en sentido contrario y mantuvo la emisión para financiar el gasto”, finalizó.